Luis Ojea - CUADERNO DE VIAJE
Incompetencia supina
El gobierno municipal de Lara Méndez en Lugo combina ineptitud, negligencia y torpeza
Con ahínco, los «alcaldes rebeldes» de La Coruña, Santiago de Compostela y Ferrol se han ganado a pulso el reconocimiento generalizado a su impúdica incompetencia por su demostrada incapacidad para gestionar los servicios públicos, enredarse en líos absurdos y mantener paralizadas sus ciudades. Sin embargo, aunque genere menor atención mediática, el caso de Lara Méndez en Lugo es bastante peor.
El gobierno municipal de Lugo combina ineptitud, negligencia y torpeza. Y todos los ingredientes en grado sumo. Ni siquiera es capaz de poner en orden la contratación pública. Depuradora, potabilizadora, grúa, alumbrado público, gestión de museos y hasta el control de ratas dependen de contratos que están ya caducados. Algunos desde hace bastante tiempo. Esta misma semana el pleno ha vuelto a bloquear el pago de más de dos millones de euros porque el interventor detectó reparos de legalidad en unas 5.000 facturas. Inconmensurable.
Casi tanto como las constantes polémicas en que se ve implicada Carmen Basadre, la más veterana del gobierno local y la más proclive a meterse en todo tipo de charcos, ya sea a cuenta de la adjudicación de las casetas del pulpo, los carteles de cuanta fiesta hay en la ciudad o por la contratación de conciertos en los que la oposición ha detectado un injustificado sobrecoste en relación a lo que a esos mismos grupos se les paga en otras ciudades de nuestro entorno. Soberbio.
Con Lara Méndez, una tranquila ciudad como Lugo se ha acabado convirtiendo en la capital del absurdo. Una ciudad en la que se pretende solucionar el enquistado enfrentamiento del ejecutivo con la Policía Local subiéndole el sueldo 450 euros al mes a cada agente y saldando sin sanciones la reunión nocturna en la cafetería del HULA de todos los policías en turno. Magnífico.
Y todo ese menú de incompetencias viene además aderezado por una parálisis política que tiende a acentuarse. Es lo que tiene gobernar en minoría con 8 de los 25 concejales y alejar con sus ocurrencias a los socios que venían sosteniendo su ejecutivo. Así, acabado el primer trimestre la ciudad sigue sin presupuestos para este año. Extraordinario.
Mire por donde se mire, por más que Ferreiro, Noriega y Suárez luchen a diario por arrebatarle el récord, la incompetencia supina de Méndez y su equipo no tiene parangón.