Galicia

El incómodo silencio del PP en la ciudad de Orense

Ajeno a las polémicas, el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, saca pecho de su gestión al frente de la tercera ciudad de Ourense

Jacome, en una imagen de archivo EP

Lorena R. de la Torre

La situación del ayuntamiento de Orense sigue sin contentar a nadie, ni a la oposición, que pide al PP que se vaya, ni tampoco a una parte del partido popular, de Alberto Núñez Feijóo, que mantiene un incómodo silencio después del último capítulo judicial , que apunta a posibles indicios de malversación en el partido Democracia Ourensana, que gobierna con el apoyo de los populares. Y es que, si es difícil de entender la situación para una persona de la ciudad, aún es más complicado explicarle a un profano el cambio de postura del PP.

El rosario de controvertidas decisiones se remonta a finales de agosto de 2020 cuando cinco de los siete concejales críticos de Democracia Ourensana, ahora en el grupo de no adscritos, denunciaron ante la Fiscalía presuntas irregularidades en la gestión económica del partido y el reparto de donaciones. En ese momento, Pérez Jácome gobernaba con el apoyo del Partido Popular, que decidió romper de forma abrupta la coalición, decisión que sería anunciada por el coordinador municipal, Jesús Vázquez, tras aludir a la gravedad de las acusaciones.

Entonces, una de las irregularidades que pusieron encima de la mesa los críticos fue el capítulo de donaciones, advirtiendo de la existencia de mordidas que llegaron en algún caso a representar el 60% del sueldo. El dinero, que el propio Jácome alegaba que servía para financiar a Democracia Orensana , acababa en la cuenta de la televisión de su propiedad, Auria TV. En enero, llegaba la primera resolución. Ahí, el juzgado de instrucción número tres decretó el sobreseimiento de la causa, al entender que el órgano competente era el Tribunal de Cuentas y no la jurisdicción penal. Jácome, tranquilo, aludía a «una trama para tratar de derrocarlo». Ahora acuerdan reabrir por «indicios razonables de malversación».

Desde entonces, los movimientos se sucedieron en el PP que se mantenía a la espera de una posible dimisión de Jácome, que finalmente no llegó. Lejos de irse, el alcalde asumió , junto a otros dos concejales, todas las competencias municipales que había compartido con los populares en régimen de coalición. Descartada la eventual moción de censura, finalmente el PP ha vuelto al gobierno municipal, consciente de que todavía quedan por delante dos años de mandato y que les interesa más volver a asumir áreas y no continuar en la oposición.

Habrá que ver ahora qué coste puede conllevar esta decisión para la formación. Y es que, lo que antes no valía al PP -las dudas sobre la gestión de DO-, parece que pasa a un segundo plano, con su regreso al gobierno municipal. Por el momento, desde el PP optan por guardar silencio y que únicamente han roto para mostrar su «máximo respeto a las decisiones judiciales» recordando que la «sentencia no es firme». Queda por saber si esta nueva resolución judicial, de hacerse firme, puede desembocar en una nueva crisis en las relaciones entre los dos partidos. Desde el PP se muestran convencidos de que se abre un nuevo período a nivel interno, donde habrá que ver si el baltarismo trata de hacerse con el control orgánico del partido también en la ciudad, con Jácome en la alcaldía y manteniendo el poder en la diputación provincial. De todas las provincias gallegas, Orense es la única de las cuatro diputaciones cuya presidencia está en manos del Partido Popular .

Mientras, cada vez son más las voces dentro del partido que reconocen la existencia de discrepancias internas, con un Jesús Vázquez, que está en un perfil bajo en toda esta crisis; Jorge Pumar, el hombre de confianza de Manuel Baltar, y Flora Moure, que ha asumido el cargo de portavoz. El propio Baltar justificaba recientemente así la vuelta del PP al gobierno : «Creo que el gobierno de Orense con la llegada del grupo del PP es un grupo más fuerte», e insistía en el mensaje de que aquí «se trata es de gestionar y gobernar»

Los grupos de la oposición no se han quedado callados ante estos últimos movimientos y piden al PP que se marche a su casa o firme la moción de censura para que gobierne la lista más votada, el PSOE, toda vez que el alcalde ha anunciado que no recurrirá la decisión del juzgado porque con la investigación «quedará claro que no había irregularidades». El último en pronunciarse en este sentido, fue el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, quien ha pedido a la dirección del PP gallego y provincial que clarifice su vuelta al gobierno pese a las «sombras de corrupción ». El partido quiere que el PP clarifique por qué volvió a un gobierno municipal en esta ciudad pese a la «falta de gestión absoluta» y los «enormes costes para la ciudadanía», en palabras de Caballero.

También el BNG ha pedido explicaciones por esta decisión «a pesar de no haber recibido una sola explicación mínimamente creíble sobre la gestión económica de DO». Los tres grupos - PSOE, BNG y Ciudadanos- responsabilizan a la dirección gallega de la situación en que se encuentra la tercera ciudad de Galicia. Por el momento, la jueza ha ordenado a Democracia Ourensana que remita al Tribunal de Cuentas copia de la denuncia y de las declaraciones practicadas durante la instrucción y la prueba relacionada con las donaciones efectuadas por asesores y ediles.

También, pide un informe relacionado con la fiscalización de la actividad del partido entre el 3 de febrero de 2016 y el 31 de diciembre de 2020 a fin de se examine «la sujeción al principio de legalidad» de las donaciones efectuadas a Democracia Ourensana. La magistrada quiere estudiar si en Democracia Ourensana hubo «salidas de dinero con destino a cuentas personales del alcalde de Orense y la contratación de una persona para la realización de las mismas funciones para el Ayuntamiento, la diputación y Jolper».

En el auto, se remite a la «confusión de patrimonios que resulta de la declaración de un exasesor y los requerimientos del Tribunal de Cuentas, así como de la declaración de otro exasesor, que asegura que el alcalde le dice que hay una deuda de Auria Televisión de 60.000 euros ». A todo ello, añade que «de las cuentas no resulta la justificación de los múltiples pagos efectuados por cuanto contablemente se hacen constar cantidades cuya existencia no consta», dice el auto.

Ajeno a toda esta polémica, el polémico alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, saca pecho de su gestión al frente de la tercera ciudad de Ourense, convencido de que la denuncia no tendrá ningún recorrido. Jácome atribuye esta denuncia a «expulsados del entorno de DO» por «rencor» con el único propósito de intentar derrocarlo del gobierno.

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