Lucha contra el fuego
Los incendiarios se ceban con el monte gallego: cuatro incendios en Cotobade en solo diez minutos
Medio Rural denuncia la alta actividad incendiaria, al amparo del calor y la falta de precipitaciones, y destacan que la colaboración ciudadana permitió cazar in fraganti a dos vecinos, mechero en mano, el pasado fin de semana
«Cuando el monte arde, es porque alguien lo quema» . Este mantra lo repiten cada verano los vecinos de localidades tradicionalmente azotadas por el fuego, municipios bautizados como «reincidentes» donde, año tras año, las llamas dejan un reguero de cenizas y miedo. Acostumbrados a mirar a lo lejos para detectar la mínima columna de humo, víctimas de la adrenalina que se dispara al temer que las llamas cerquen sus casas , algo está cambiando en la conciencia social frente a los incendiarios. Del mutismo de hace décadas, y tras una profunda labor de sensibilización, la ciudadanía empieza a ser parte activa en la caza al que prende el monte. Las denuncias crecen a medida que los vecinos del rural toman la iniciativa para desenmascar al que ya se considera enemigo en casa.
El pasado fin de semana, la colaboración ciudadana posibilitó la detención de dos personas a punto de actuar. En Nigrán, una mujer fue retenida por los vecinos hasta la llegada de la Guardia Civil. La sorprendieron cuando intentaba quemar el monte en la parroquia de Parada. En la mano escondía, según comprobaron los agentes a su llegada, unas pastillas de encendido acelerantes . En Teixeira, fue un agente ambiental de las brigadas de investigación de incendios el que interceptó en plena madrugada al presunto autor de un fuego en la parroquia de Sistín, donde se produjeron dos incendios con 200 metros cuadrados afectados. El hombre, al que se le imputan hasta once incendios desde el pasado mes de julio , estaba prendiendo matorrales con un mechero cuando el brigadista lo descubrió.
De los culpables del incendio de Lobios (más de 400 hectáreas afectadas) en el que el piloto de un hidroavión perdió la vida y que dejó a otro herido grave nada se sabe por el momento. Pero, al igual que todos los fuegos que este verano asuelan Galicia, será investigado hasta ubicar su origen y, a ser posible, la mano de quien lo inició. Las mismas pesquisas se desplegarán en el municipio pontevedrés de Cerdedo-Cotobade , donde la pasada noche se registraron tres nuevos fuegos en cuestión de media hora. Dos se produjeron en la parroquia de Tenorio y uno en la de Almofrei, y por su coincidencia en el tiempo se da por hecho que fueron provocados. La rápida actuación de los servicios de extinción dejó estos fuegos en conato, pero los incendiarios no se rinden y a primera hora de esta mañana volvieron a la carga con el encendido de cuatro nuevos fuegos con un margen temporal de diez minutos de separación.
CATRO novos incendios esta mañá, tres deles nunha marxe de dez minutos, en Cerdedo-Cotobade. Apelamos á colaboración cidadá para dar conta de calquera conduta incendiaria no teléfono gratuíto e confidencial 900 815 085.
— incendios 085 (@incendios085) August 11, 2020
A través de sus redes sociales, el departamento do Medio Rural alertó de la extrema actividad incendiaria detectada en la zona para pedir a los vecinos que actúen ante el mínimo indicio y evitar nuevas tragedias. A falta de una contabilidad actualizada del número de hectáreas arrasadas en lo que va de campaña estival en Galicia, Orense destaca como la provincia más afectadas con más de 1.500 hectáreas calcinadas solo en el gran incendio forestal de Cualedro-Monterrei , el peor de la temporada. En las últimas horas quedaron extinguidos los incendios forestales registrados en los municipios orensanos de Toén y Chandrexa de Queixa, tras quemar unas 220 y 22 hectáreas, respectivamente.
91 personas bajo sospecha
Según los expertos, la mayoría de los fuegos que se contabilizan al cabo del año en la Comunidad son intencionados (más de 8 de cada 10), aunque se desconoce la motivación de la mayoría de los causantes . El perfil, casi siempre coincidente, habla de personas que conocen muy bien el monte y que esperan las circunstancias propicias (calor, sequía, viento) para escoger un punto remoto y difícilmente accesible en el que prender. Los agentes también destacan que el día antes de que se anuncien precipitaciones, esta actividad se dispara , en un intento por quemar antes de que la lluvia intervenga. En la actualidad las fuerzas de seguridad vigilan de cerca a 91 reincidentes o sospechosos de haber plantado fuego otros años en Galicia.