El Rey homenajea a los militares retirados en Ferrol con afectividad y cercanía
Más de 1.500 personas se reúnen en el Arsenal Militar para recordar la vida castrense desde la que prestaron servicio
Con un «chapeau, Majestad» , los veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil agradecieron este viernes al Rey su presencia en Ferrol para celebrar su día, el de los militares retirados o en la reserva y las viudas de aquellos que fallecieron en servicio. En el Arsenal Militar de la ciudad departamental, junto a la ría donde permanecían atracadas las fragatas Álvaro de Bazán o Méndez Núñez, se citaron en torno a 1.500 personas en un acto organizado anualmente por la Real Hermandad de Veteranos, cuyo presidente, Eduardo González-Gallarza , se despedía del cargo tras casi una década. Fue él quien mostró su gratitud a Don Felipe por su «gesto» de haberse desplazado a esta celebración apenas tres horas después de haber presidido en La Zarzuela la toma de posesión de los nuevos ministros .
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Tras las salves en honor del Jefe del Estado, se procedió a la entrega de condecoraciones después de que ocho veteranos izaran la bandera. González Gallarza recordó entonces que el hoy Monarca ya participó en esta festividad en 2001, entonces como Príncipe de Asturias. Los comentarios coloquiales del presidente de la Real Hermandad, que aportaron cercanía al protocolo desde «el afecto y el respeto», fueron recibidos por Don Felipe con sonrisas y gestos de aprobación . También lo fueron los gritos del numeroso público que le vitoreó desde las gradas al terminar el desfile, con gritos de «¡viva el Rey!», «Felipe, Felipe, Felipe» e incluso algún piropo. El Rey correspondió con una foto de familia abierta a todos. Esta vez el cielo, a diferencia de en su última visita a Ferrol el pasado marzo , respetó el transcurso de un acto donde imperó el «hermanamiento y la unión fraterna», como subrayó González-Gallarza.
« Nuestros ideales son el compromiso con España, el respeto a la Constitución y la lealtad al Rey y los compartimos con la mayoría de españoles», declaró el presidente, para quien coincidir con Don Felipe en esta fiesta fue «el broche de oro». «Ha sido un honor desfilar ante Vuestra Majestad», manifestó. Y antes de ceder el micrófono, imploró: «Que la Virgen del Carmen os proteja con su manto, sin olvidar al nuevo Gobierno de la nación y a los que cumplen su misión en el exterior».
Valores «imprescindibles»
Antes del homenaje a los caídos, durante el que dos viudas depositaron una corona en el monumento, tomó la palabra el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, Jaime Muñoz Delgado y Díaz del Río , que dio la bienvenida a Don Felipe a un «austero, pero sentido acto». «Con vuestra presencia adquiere mayor relevancia. Es un motivo de gran honra y orgullo recibirle», declaró antes de glosar también la historia de Ferrol, «una base esencial para la Armada desde hace 300 años» . «Esta ría es un engranaje fundamental para la defensa nacional y de los intereses de país —señaló—. Rendir homenaje a la vida castrense y al servicio a España tiene aquí verdadero sentido». «Por los valientes ferrolanos ante los ingleses brindó Napoleón», recordó.
De los veteranos, destacó valores como la ejemplaridad , «imprescindible para ejercer el liderazgo» o «el compañerismo generoso ». «Hinchan el pecho con la misma ilusión y orgullo que el cadete que jura bandera por primera vez. Nos sirven de estímulo», alentó ante centenares de miembros de diferentes cuerpos del Ejército que incluso décadas después de haber abandonado sus filas no olvidan la solemnidad que exige el desfile, para lo que los achaques de la edad no cuentan.
