Cultura
La historia de Galicia, vista como nunca
La exposición «Galicia, un relato no mundo» explora las relaciones entre la región y el resto del planeta con 300 piezas señeras y un fuerte componente tecnológico
![Una de las salas de la muestra, abierta al público hasta el próximo 12 de abril](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2019/11/18/expo-k06C--1248x698@abc.jpg)
Principios del siglo XX. En los muelles de algún enclave portuario de Galicia, una multitud se despide de los pasajeros de un barco a punto de partir hacia algún país al otro lado del Atlántico. Empujados por la falta de oportunidades en casa, cientos de personas abandonan la «terriña» en busca de una vida mejor para ellos y para los suyos. No regresarán en mucho, mucho tiempo.
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Desde el viernes, y hasta el próximo 12 de abril, revivir en primera persona esta estampa, mucho más que habitual en la Galicia de aquellos días, será posible en el Museo Gaiás de la Cidade da Cultura . «Galicia, un relato no mundo», la primera de las tres grandes exposiciones planeadas por la Xunta de cara al Xacobeo , aborda las interacciones de la Comunidad con el resto del mundo a lo largo de los siglos. Más de 300 piezas prestadas de otros museos, por un lado, y la incorporación de nuevas tecnologías en la visualización de algunas de las instalaciones, por otro, conforman los dos pilares sobre los que se sostiene la muestra. Obras de gran valor cultural e histórico para Galicia, como el Libro de las Invasiones , el mapa de Sawley o la Biblia Kennicott se intercalan a lo largo de las plantas 2 y 3 del Gaiás con datos, explicaciones e instalaciones interactivas para hilvanar un relato sobre el impacto de la Comunidad en el mundo.
![El Libro de las Invasiones, una de las piezas más destacadas de las que componen la muestra](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2019/11/18/libro-invasiones-kNFD--220x220@abc.jpg)
¿Y cómo ha sido ese impacto, esa relación? «Si por algo se caracteriza Galicia es porque ha conseguido mantener siempre unas señas de identidad , como el contacto constante con el mar o el comercio derivado de materias primas (oro, estaño…). Desde la Prehistoria y hasta hoy, estas constantes se han erigido en el motor de sus relaciones internacionales», introduce Manuel Gago , comisario de la exposición. Pero eso no quiere decir que su desarrollo se haya estancado; al contrario, el contacto ininterrumpido con otras civilizaciones han enriquecido ese acervo. «Frente a corrientes pasadas que tendían a identificar las culturas como algo estático y permanente, nosotros nos hemos construido y reconstruido continuamente a partir del diálogo con otros pueblos», añade Gago.
De todos y cada uno de esos contactos, así como de la evolución que con ellos se produce, da cuenta la exposición, dividida en dos partes perfectamente separadas en el tiempo : una que comienza en la Prehistoria y se extiende hasta la Edad Moderna, y otra centrada en la Edad Contemporánea y los movimientos migratorios del siglo XIX y XX. En la primera, el espectador accede a través de mitos, leyendas y otros materiales a los momentos que fueron forjando la identidad de Galicia en sus tratos con otras comunidades. En la segunda, asiste con todo lujo de detalles a los pormenores, los efectos y las razones que llevaron a cientos de miles de gallegos a lo que posteriormente se acuñó como «hacer las Américas».
Inspirada, según Gago, en las «grandes exposiciones de los años 90» –como la famosa «Galicia no tempo», realizada en 1991 en el monasterio de San Martín Pinario – la propuesta de la Xunta trata de «crear un espíritu que nos conectase con nuestra identidad y nuestro pasado». Para ello, algunas de las obras se apoyan en las posibilidades que ofrece la tecnología del siglo XXI con el fin de trasladar al espectador al lugar de los hechos. Tal es el caso, por ejemplo, de una instalación que permite, a través de la realidad aumentada, viajar a la Turquía romana para conocer el monumento en el que se encuentra la referencia al pueblo galaico más antigua de cuantas existen, sito en el Sebasteión de Afrodisias. O de la ya mencionada experiencia, gafas de realidad virtual mediante, que posibilita al usuario convertirse en pasajero de un transatlántico para ponerse en la piel de alguno de sus antepasados. Tras un año de trabajo y hasta cien personas involucradas en el proyecto, la Historia gallega da un nuevo paso en el Gaiás.