Gonzalo Caballero asegura que seguirá como diputado y ya asume el final de su portavocía
El exsecretario general del PSdeG, que confrontará con Feijóo en la sesión de control de este viernes, asume que le toca a la nueva dirección que lidera Formoso el relevo al frente del Grupo Socialista en O Hórreo
Gonzalo Caballero comienza a digerir los resultados del XIV congreso del PSOE gallego y el arranque, ya de forma oficial, de la era Formoso. El exsecretario general del PSdeG, que ha dicho sentirse «animado» un día después de que Pedro Sánchez ni lo mencionara en el Palacio de Congresos de Santiago, ha lanzado dos mensajes desde el Parlamento gallego este jueves: su «responsabilidad» para por « ser diputado a lo largo de esta legislatura » y « le corresponderá a la dirección nueva tomar la decisión que corresponde en relación a la portavocía del grupo parlamentario ».
En resumen, quiere continuar con su acta de diputado autonómico pero asume que tiene los días contados como portavoz, si bien ha remarcado que «no hay otro escenario posible» que el de que sea él quien confronte con Alberto Núñez Feijóo en la sesión de control de este viernes, porque «el grupo parlamentario tiene un portavoz», él, «hasta que la nueva dirección proponga su planteamiento para la dirección del grupo».
Caballero no ha dejado, ante los medios, de reivindicarse como una «persona comprometida», que «no necesita la política para vivir», pero que como «hombre de partido», diputado y militante, va a «trabajar desde el Parlamento». Y remarca que sigue siendo portavoz del Grupo Socialista, « hasta que la dirección del partido haga una propuesta de otro portavoz ». Mientras, cumplirá su «responsabilidad», donde, ha dicho, le «colocaron los gallegos», pese a no tratarse de un cargo electo.
Se muerde la lengua
Preguntado por el congreso del PSdeG y la imagen de desunión, así como su punto de vista sobre si hubo la integración que él demandaba, se ha mostrado reacio a extenderse y ha optado por morderse la lengua, quejoso ante la interpretación que se haga de sus palabras. Porque, ha razonado, si se atiene a su costumbre y responde a todo lo que se pregunta, diciendo «lo que yo pienso», le reprocharán «no saber asumir el resultado», que «traslado una imagen de división» y que no está «facilitando» la transición al nuevo PSdeG.
Así que ha optado por ceñirse a que será « siempre un hombre leal al partido », aunque piensa «trasladar» su opinión si «el rumbo no es el adecuado», pero «siempre al lado del nuevo secretario general y la nueva dirección». No ha ocultado la obviedad de que él «haría las cosas de manera distinta», pero ha insistido en que ahora le «corresponde» a Formoso tomar las decisiones.
Una mesura que contrasta con la actitud que exhibió el pasado martes , durante el cónclave del socialismo gallego, cuando trató de tomar la palabra ante el plenario (le fue negado) y, a renglón seguido, se despachó contra el alcalde de Santiago y presidente del congreso, Xosé Sánchez Bugallo, al que acusó de poner «trabas» al desarrollo «democrático» del proceso; y contra el nuevo secretario de organización, Pérez Lage, a quien advirtió de que el partido no es «el juguete de nadie».
Pero eso fue el martes. Este jueves, con el congreso formando parte ya de la historia, y pensando en agotar legislatura como diputado, ha preferido rebajar decibelios. A partir de ahí, ha dicho desear «todos los éxitos» a la nueva dirección que encabeza Valentín González Formoso, y que acierte para «hacer un PSdeG fuerte». También ha desechado perseguir la vía judicial para que prosperen las listas que quiso promover con afines: «No estoy en ese escenario ».
Los congresos provinciales, en febrero
Además de insuflar aire nuevo en OHórreo, la nueva cúpula del PSdeG ha de afrontar la renovación de las estructuras orgánicas provinciales y locales. Fuentes del partido indicaron a Ep que los cuatro congresos provinciales se celebrarán en febrero , con Pontevedra y La Coruña cerrados para los días 12 y 19, respectivamente.
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