Patrimonio
Galicia a través de sus puentes
Un libro recoge parte de estas construcciones históricas y refleja el valor «patrimonial» que tienen para la Comunidad
Apreciar los parajes gallegos y ponerlos en valor es una tarea sencilla. Incluso las carreteras que recorren la Comunidad tienen un valor añadido. Y sus puentes contribuyen a ello. Bajo esta premisa, Carlos Nárdiz y Rafael Astor vuelven a publicar una selección de los puentes gallegos, como ya lo hicieron en 1988, para aprender a apreciarlos «más allá de su valor funcional» , confiesa Astor. Bajo el título «La vuelta a Galicia en 40 puentes», estos autores tratan de representar la belleza gallega a través de la totalidad de sus páginas, en un libro reeditado por el Colegio de Ingenieros de Caminos de Galicia.
«Los puentes son una oportunidad perfecta para poder apreciar y aprender de Galicia; conocer sus paisajes y de sus ríos», recuerda Nárdiz. «Unen las dos orillas del río y consiguen generar relaciones entre los márgenes», concreta. Unas relaciones que terminaron también por construir villas y poblaciones, como es el caso, interviene el autor, «de Pontedeume y Pontevedra». «Ambos conservan en su nombre ese puente que está detrás de su origen y formación».
Sin estas construcciones, coinciden ambos autores, el paisaje de Galicia no sería el mismo. «Nosotros queremos que la gente se baje de los coches y aprecie lo que ve a su alrededor, que se detenga un momento a apreciar y aprender de ese patrimonio nuestro, el gallego», relata Astor en conversación con este diario. «Son obras de fabricación, pero sin ellas, el paisaje no sería el mismo», añade Nárdiz. «Los puentes», abunda, «son una forma de reivindicar valor del patrimonio gallego».
«¿Cómo imaginar los alrededores del puente de Ulla, sin ese puente?», reflexiona Astor. «No solo es el puente», se responde a sí mismo, «es también su mimetización con el paisaje», detalla. «Lo mismo ocurre con el puente de Rande, por ejemplo, el más moderno que hemos incluido en esta selección», matiza.
Las tres partes en las que está dividido el texto tratan de poner en valor estas declaraciones de sus autores y su pasión por este tipo de construcciones. También quieren, con su publicación, mostrar cuál es la evolución de los propios puentes, más allá de su infraestructura, y centrándose más en sus materiales . Consta de tres partes diferenciadas: la primera relata una historia. Es un cómic, porque a Ástor le «gustan los comics», protagonizado por un fraile de la época medieval que «a través de un viaje en el tiempo», explican los autores, va recorriendo la Comunidad a través de sus puentes, en diferentes etapas y épocas de la historia gallega.
La segunda es una parte muy visual de la publicación. Consta de fotografías y fichas de cada uno de los puentes analizados por los autores . Por último, en tercer lugar, hay un glosario de términos, «para aquellos que no sean ingenieros de caminos pero quieran comprender más sobre estas construcciones», sostiene Nárdiz. En esta reedición de la publicación se pueden encontrar los puentes romanos de Lugo y Orense, el Puente de Rande, el Internacional de Tui o los puentes de O Barqueiro, A Toxa, O Burgo, Lubián o Navia de Suarna, entre otros, hasta llegar a las 40 construcciones.
Las escuelas e institutos de la Comunidad serán ahora el lugar donde, a través de estas páginas, los propios alumnos podrán ser testigos de la importancia del patrimonio de los puentes gallegos. Así, «tanto los niños como los padres» podrán comprender la importancia para el paisaje y la historia de la Comunidad. «También queremos que los conozcan en persona, más allá del papel», refieren los autores. En principio, se prevé la impresión de 3.000 ejemplares transcritos en gallego y en castellano, que serán repartidos, en gran parte, en los centros educativos.
Desde los años 80
La primera vez que se habló de puentes históricos en Galicia fue por petición de la Xunta. Corría el año 1985 y a expertos como Astor, revela, se les solicitó un inventario de construcciones históricas en la Comunidad . «Así, que, por supuesto», relata, «hay muchos más de 40 puentes» en la totalidad del territorio gallego. De ese estudio llegó la publicación de «Una de puentes», con el fin de que los niños también pudiesen apreciarlos. Algo similar a lo que ocurre con esta nueva publicación. Sin embargo, «no es inédita», cuentan ambos autores. Estos dos ingenieros, ya retirados, realizaron un trabajo de campo para escribir un libro, con el mismo título que el de este 2020.
Astor y Nárdiz llevan gran parte de su vida, al menos profesional, como ingenieros de caminos, dedicados a poner en valor esta parte del patrimonio . «También quisimos hacer un guion para una película, y repartir cromos para que los niños conociesen los paisajes , allá por los años 90, pero al final no lo conseguimos», recuerda Astor con cierta sensación de pena.
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