Galicia tantea el mercado marroquí para expandir sus planes de negocio

La Zona Franca inicia un nuevo ciclo de jornadas sobre internacionalización

Vista aérea de una megaplanta termosolar en Marruecos en la que participaron empresas españolas EFE

ANDREA PÉREZ-BOUZADA

«El concepto de precio en Marruecos no es coste más beneficio, sino cuánto estás dispuesto a pagar», explicó ayer el consultor y experto en el mercado marroquí, Alberto Villar, que participó como ponente en una jornada sobre internacionalización destinada a todas las empresas gallegas interesadas . Conocer en profundidad los mercados en los que uno pretende hacer negocios es fundamental, sin embargo, este conocimiento va mucho más allá del ámbito puramente empresarial, legal o administrativo. Aspectos clave de la cultura y las costumbres de los países en los que una compañía se quiere instalar pueden suponer la diferencia entre el éxito o el fracaso de un proyecto internacional. «La gestión del tiempo y el calendario son muy diferentes, y son cuestiones que no se pueden obviar. Es muy importante tener en cuenta cuándo empieza el Ramadán, por ejemplo, o las diferencias existentes entre hombres y mujeres en este territorio», añade Villar.

Entre las principales ventajas de este destino se encuentran las mayores facilidades en las aperturas de negocios, en la obtención de permisos de construcción o en el pago de impuesto, ya que todo son impuestos directos. Además, su necesidad de profesionales con experiencia o de colaboración con empresas extranjeras para desarrollar algunos proyectos pueden constituir una buena oportunidad para las compañías que quieran trabajar en el país. «Los contratos se cumplen, pero quizás es importante tener cuidado con los plazos», recuerda el experto en este mercado.

Algunas de las principales amenazas para las empresas gallegas en proceso de internacionalización son que este territorio puede convertirse en proveedor alternativo y que está mejorando muchos el procesado de sus productos y de las materias primas. «Marruecos tiene muy claro hacia dónde quiere ir y está creciendo a una velocidad importante», apunta Villar.

Ejercicio colaborativo

La experiencia de empresas gallegas en los países de destino resulta de gran relevancia para otras compañías que se plantean un crecimiento corporativo de este tipo. En este sentido, las jornadas de internacionalización promovidas por la Zona Franca, que se iniciaron ayer con Marruecos y que continuarán con mercados como China, Países Bálticos, África Occidental, Estados Unidos o Japón, entre otros, cuentan siempre con la presencia de empresarios que desarrollan labores comerciales en el lugar.

Así, el presidente de la empresa centenaria Astilleros Cardama, Mario Cardama, presentó también a los asistentes algunas de las claves para trabajar con éxito en este territorio. «Nuestra experiencia haciendo negocios con Marruecos ha sido muy buena, siendo el mayor desafío las diferencias culturales. A los marroquíes les gusta mucho regatear y eso se hace patente en casi todos los ámbitos del negocio con ellos; hay que tener en cuenta estas costumbres y respetarlas para llevar los proyectos a buen puerto», destacó el empresario gallego cuya compañía entregó en diciembre de 2016 y febrero de este ejercicio dos remolcadores de 24 metros de eslora para la empresa Marroquí Marsa Maroc para operar en los puertos de Nador y Agadir.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación