Parlamento
Galicia, pionera en España en dotarse de una ley de impulso demográfico
Nacionalistas y socialistas votan en contra pese a la apelación de la conselleira de Política Social al consenso
Al aprobar la ley de impulso demográfico , que la convierte en la «primera y única comunidad autonómica» en dotarse de una norma de este calado, Galicia se sitúa, desde este martes, «a la vanguardia de Europa ». A pesar de defender, con estas apelaciones al carácter histórico, el paso dado en O Hórreo , el Grupo Popular no ha conseguido atraer el apoyo de BNG y PSOE, que han votado en contra.
No se esperaba otro desenlace, pero no ha conmovido a la oposición la intervención final de la conselleira de Política Social . Una suerte de arenga de Fabiola García en la que ha afirmado que la aprobación de la ley supone «el fin de un camino y el inicio de otro, aún más largo y esperanzador», como colofón a «tres años de intensísimo trabajo». Fruto, ha subrayado, de una «marcada vocación de diálogo y consenso». Ha aprovechado para recordar las múltiples aportaciones que fue incorporando el texto antes y después de entrar en la Cámara.
Una vez recibida luz verde definitiva, se «blinda la política demográfica», en muchos casos con medidas ya puestas en marcha (gratuidad del segundo y sucesivos hijos en educación infantil, la medida estrella, sin ir más lejos), y otras que se irán impulsando reciben la «cobertura legal necesaria». Con una ley que es, defiende la conselleira, un « instrumento útil para afrontar la mayor hipoteca que pesa sobre el futuro de nuestra tierra ».
El compendio de medidas está «diseñado con ánimo de perdurar» y permanecer en pie no solo en las próximas legislaturas, sino durante las «próximas décadas», ha hecho hincapié Fabiola García. La titular de Política Social ha tirado de talante para dar las « gracias al POSE y BNG y por supuesto al PPdeG , por el trabajo leal para conseguir la mayor ley de impulso demográfico posible». Y se ha felicitado por el interés suscitado en Europa: el propio Alberto Núñez Feijóo ha expuesto las «líneas maestras» a la vicepresidenta para la Democracia y la Demografía de la Comisión Europea, Dubravka Šuica.
« Nuestros hijos y nietos pueden estar orgullosos . Esta ley la hicimos los gallegos de hoy pensando en los gallegos del mañana», ha rubricado la conselleira.
Debate
Previamente, la popular Raquel Arias Rodríguez defendió que, al aprobarse esta ley, se estaba «haciendo historia» y situando a Galicia a la «vanguardia en toda España» e, incluso, «en Europa». La norma, ensalzó, «pone los cimientos para que, a partir de ahora, todas las medidas demográficas se hagan de forma transversal», en un esfuerzo en el que llamó a la cooperación del resto de Administraciones. Una norma que busca pontenciar la Comunidad como un lugar, por igual, donde querer criar un hijo, vivir y, llegado el momento, envejecer.
De la oposición, indicó que «más que razones para votar en contra, me sonaron a excusas» unos argumentos que denotan que los dos grupos de la izquierda gallega acudieron a O Hórreo «claramente pensando que iban a votar que no». «Van a perder una oportunidad», insistió en su segundo turno. « No son capaces de votar a favor, lo hacen simplemente por sectarismo político, eso es lo más triste . Tienen un difícil papel cuando salgan a explicar por qué». «Efectivamente», lanzó al Bloque, «no es la ley del BNG, pero tampoco es la ley del PP (...). Es una ley que no es de nadie, suficientemente amplia y abierta para que cualquier Gobierno, cuando llegue, pueda aplicarla sin renunciar a sus principios ideológicos». Al votar en contra, la oposición da la «espalda» a las necesidades de los gallegos, remachó.
Desde el BNG, Olalla Rodil, al igual que durante el devenir parlamentario previo de esta ley, insistió en que incurre en «generalidades y vaguedades» y se fija metas que no responden al reto demográfico, al reducirlo a la aritmética en busca de una «cifra ideal» en el número de habitantes. Reprochó que en la última fase el PP solo aceptó enmiendas menores, retoques que no cambian un «enfoque político errado que no va al centro» de la problemática. Rodil habló de «oportunidad perdida» y advirtió: «Es su ley, no una ley de país (...). Sáquenla, como los Orzamentos, pero no es una ley de consenso ni un acuerdo de país ».
La socialista Marina Ortega insistió en tildar la ley de «escaparate y vacía de contenido», cargó contra un «negacionismo» de la «fuga de talento» y aseguró que, «por responsabilidad, no podemos aprobar esta ley». La ve «papel mojado»; «no es la solución al grave problema demográfico de este país». A Ortega le disgustan los «enfoques neonatalistas» y pidió reescribir la norma y cambiar el rumbo. Va «por un lado» el título de la norma y, por otro, las políticas de la Xunta desde «hace más de una década», criticó. Incluso, obviando las restricciones por el Covid, censuró que la conselleira asistía «sola» al debate. « ¿Dónde están sus compañeros, los conselleiros y el presidente de la Xunta? No puede estar la conselleira de Política Social sola».
García escuchó los reproches de una oposición que no quiso sumarse. Pero desde este martes, y tras tres años, el impulso demográfico ya es de ley.
Noticias relacionadas