Luis Ojea - CUADERNO DE VIAJE
Galicia en la nueva era del PP
El PPdeG seguirá gozando de amplia autonomía, como siempre, y Alberto Núñez Feijoo será referente, todavía más, para el diseño de la nueva era de su partido a nivel nacional
Decía el nuevo seleccionador nacional de fútbol esta semana en su presentación que «no habrá una revolución, pero sí una evolución» en el equipo con su llegada. Luis Enrique avanza nuevos matices tácticos y algunas caras nuevas en el once que salte al césped, pero sin renunciar a la filosofía que llevó en Sudáfrica hasta la Copa del Mundo. A priori, no cabe esperar otra cosa tampoco del nuevo líder del Partido Popular. El triunfo de Pablo Casado garantiza renovación sin conmociones, ni continuismo acrítico ni terremoto . El resultado del congreso revitaliza a todo el PP, a un PP renovado que apuesta por mirar al futuro sin renunciar al pasado, recuperando y acentuando algunos principios que habían podido quedar diluidos en los últimos años.
Una «evolución» del PP en la que Galicia será protagonista . De lo ocurrido y dicho en el cónclave popular estos días se desprende que el PPdeG seguirá gozando de amplia autonomía, como siempre, y Alberto Núñez Feijoo será referente, todavía más, para el diseño de la nueva era de su partido a nivel nacional. La victoria de Casado refuerza la sintonía entre las sedes de los populares en Santiago y Madrid. Los guiños del nuevo presidente nacional del PP a Feijoo , en campaña y explícitamente en su discurso ante el congreso, y los cargos gallegos que incorporó a su lista apuntan nítidamente en esa dirección.
La cuestión que queda por despejar es si, además, esta nueva era post-Rajoy, más ideologizada, con una afirmación sustantiva de los valores tradicionales del centroderecha que muchos votantes estaban reclamando desde hacía tiempo, sirve para impulsar un cambio de tendencia en el escenario electoral . Pero, para ello, el primer reto que deberá afrontar Pablo Casado es suturar las profundas heridas en la formación que ha desvelado este proceso congresual. Sin unidad interna no será posible para la nueva Génova reconectar con los simpatizantes que habían huido a Ciudadanos o la abstención. Y el examen tiene ya fecha, las municipales del próximo año.
Eses comicios serán una prueba importante para medir el impacto del cambio de rumbo que hoy inicia el Partido Popular . Como también lo fueron los de 2007, también locales, a escala gallega. En realidad, hay bastantes similitudes entre el proceso vivido en Galicia hace 12 años y el que transita ahora el PP en el ámbito nacional.
Suceder a Manuel Fraga no era tarea menor que la de relevar a Mariano Rajoy. El partido no estaba menos dividido a nivel autonómico entonces de lo que está hoy en el ámbito nacional. Y también en 2006, como ahora, los populares gallegos afrontaron el desafío después de haber perdido el gobierno a pesar de ser la fuerza más votada en las elecciones.
Sí, hay muchos matices y circunstancias diferentes entre ambas situaciones. Pero la renovación del PPdeG hace una década puede servir de guía en lo esencial para el viaje que hoy inicia Pablo Casado. Una evolución sin revolución, volviendo a Luis Enrique. Para Casado y también para el resto de actores. La inmensa lealtad demostrada por Fraga al apartarse sin tentaciones de tutelaje o la actitud de los otros candidatos que perdieron contra Núñez Feijoo, cada uno en su papel.
Galicia será protagonista, como modelo, de la evolución del PP. Alberto Núñez Feijoo, con la auctoritas que le confiere haber conseguido tres mayorías absolutas consecutivas , es y será para Casado uno de los referentes esenciales en esta nueva etapa post-Rajoy. La cuestión que queda por despejar es si ese servicio se prolongará o no más allá de 2020 y en qué papel.
Renunciando a postularse como candidato a liderar el PP nacional, Núñez Feijoo aplazó el debate sucesorio en Galicia. Dejó caer además aquellos días que su compromiso con esta comunidad era «como mínimo» hasta 2020 . Como mínimo.
Esa es la clave pendiente. Qué hará Feijoo en 2020. Si este proceso de renovación abierto en Génova se cerrase en falso podrían volver a llamar entonces a la puerta de Alberto Núñez Feijoo. Si, por el contrario, Pablo Casado y su equipo se consolidan, Feijoo tendría que decidir si vuelve a presentarse para un cuarto mandat o en Galicia. Pero ese capítulo no está escrito todavía.