Conciliación
Galicia, la comunidad que aspira a ser «el mejor lugar para tener hijos»
El próximo curso todas las escuelas infantiles de 0 a 3 años de la Comunidad gallega serán gratuitas. Ninguna otra comunidad cuenta con una medida de este calado. Los padres podrán elegir entre centros públicos, privados o concertados y solo pagarán el comedor, si lo usan
Veinte mil menores gallegos de 0 a 3 años se beneficiarán el próximo año de una medida pionera en España y en Europa: la universalización de la gratuidad de las escuelas infantiles. El anuncio realizado durante el Debate de Estado de la Autonomía del pasado miércoles implica una inversión inicial de unos 30 millones de euros y pone el acento en la atención a las políticas sociales y la conciliación en un escenario de claro declive demográfico. «Queremos que éste sea el mejor lugar para tener hijos», ha remarcado en más de una ocasión el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que ahora tiende una nueva mano a los padres de una Comunidad donde en 2020 solo se contabilizaron 8.457 alumbramientos , 500 menos que el año anterior.
Este potente incentivo afectará tanto a las familias que elijan una escuela pública como a las que se decanten por una concertada o privada, porque se trata de una ayuda «transversal», al margen de condicionantes como la renta o el empadronamiento . Sobre cómo se estructurará, fuentes del departamento de Política Social indican que seguirá los pasos de otra medida precursora en su día, la gratuidad de las guarderías para segundos hijos y en adelante, implantada en Galicia en abril de 2020. Ahora se da un paso más, hacia la total cobertura, pero el modelo será más o menos el mismo. Las familias no deberán pasar por el filtro de la pública , sino que podrán elegir libremente el centro que más les convenga por cercanía a su vivienda o a su lugar de trabajo.
«Es una elección totalmente libre» apuntan desde la Asociación Gallega de Escuelas Infantiles (Agadei) que remarcan que ya con la cuota cero del segundo hijo notaron un incremento importante de la matrícula. «Hay familias en ERTE que de no ser así no se podrían permitir tener un segundo niño en la escuela» , asegura a ABC su presidente, Fernando Rolland, que aplaude el paso adelante que la autonomía protagonizará, por ahora, en solitario.
La clave de la nueva medida, que entrará en vigor el próximo curso, está en el pago de una cantidad máxima por niño y mes a las escuelas que se adhieran al plan: 260 euros . Este importe, abonado en su totalidad por la Xunta, cubrirá los gastos de la plaza y la matrícula, con lo que los padres solo deberán cubrir los gastos de comedor (con un tope de unos 70 euros en las públicas y un mínimo de cero —aquí sí— en función de la renta), en el caso de que el pequeño haga uso de este servicio. La experiencia en el caso del segundo hijo revela que un «99 por ciento de las escuelas privadas de la Comunidad» se sumaron a la iniciativa , poniendo a disposición de los padres una red compuesta por unos 205 centros a los que hay que añadir los concertados y los públicos dependientes del Gobierno gallego (las ‘Galiñas Azuis’) o las escuelas municipales. La iniciativa, remarcan desde Política Social, no solo es única en España sino en el resto de Europa. Únicamente en Luxemburgo existe una bolsa de 20 horas semanales gratis, pero nada que se aproxime al caso gallego, donde las políticas demográficas se han convertido en una cuestión prioritaria por el acusado envejecimiento de su población y la falta de relevo generacional. En este rincón atlántico, la media de hijos por mujer es de 1,1 (la media estatal es de 1,2), hay 207 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16 y el envejecimiento es el cuarto problema que más preocupa a los gallegos, con una edad media de 47 años.
Al igual que con el segundo hijo, las escuelas cobrarán la cuota por curso de cada niño en dos tandas: una en septiembre y otra a principios de año. Sobre el porcentaje de adherencia que se espera por parte de los centros y sobre la articulación de la medida, desde el Gobierno gallego advierten de que «no hablamos de una bonificación» sino de una medida de gratuidad universal . Así, por ejemplo, si una escuela concreta no quiere formar parte de la iniciativa porque considera que ofrece un servicio que va más allá de los 260 euros de cobertura de la Xunta puede no incorporarse al plan, pero nunca plantear que los padres paguen otra parte para completar el precio. En todo caso, consideran desde Política Social, el número de centros que quedará al margen de la ayuda será residual teniendo en cuenta el éxito de la anterior medida (496 de los 499). Sobre el anuncio, los populares solicitaron ayer al Gobierno de Pedro Sánchez que «contribuya en la financiación de esta gratuidad total», aunque matizaron: «Se va a llevar adelante con su apoyo o no».