Alertan de que los rechazos a la vacuna aumentan en el grupo de edad de 40 a 49 años

El ritmo de vacunación no se frena en Galicia , que va a la cabeza de España en lo que a mayores de 50 años con la pauta completa se refiere, dos de cada tres, y que ayer anunció que apurará los tiempos en los mayores de 60 que están a espera de la segunda dosis de AstraZeneca. Pese a que la ficha técnica de este antídoto indica que la espera entre el primer y el último pinchazo debe ser de 12 semanas, la Comunidad adelantará a la semana 11 la administración de esta segunda dosis . Las razones son varias. Por una parte, que hay remanente suficiente de este suero como para completar la pauta en quienes están a la espera. Además, las autoridades también han tenido presente que la medida podría ser «hasta beneficiosa» en el plano sanitario y que ayudará a aumentar la protección en una franja de edad vulnerable.

Un total de 40.000 personas a medio inmunizar serán citadas en las próximas semanas a través de SMS, según avanzó ayer el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, para completar su vacunación. Con las repescas de aquellos que por diversos problemas —sobre todo ligados a sus teléfonos— no pudieron ser inoculados cuando les hubiera correspondido, desde el departamento de Sanidade lanzaron ayer un mensaje inquietante. A menor edad, más negativas a vacunarse se están dando. En concreto, mientras la adherencia a la estrategia de vacunación está en el 94 por ciento a nivel global, cae hasta el 85 por ciento en el grupo etario de 40 a 49 años, el que ahora está siendo llamado para recibir el primer suero. De ahí que la Xunta esté trabajando ya en un sistema de llamamiento combinado que equilibre las citaciones obligatorias (como se vienen realizando hasta ahora) con «ventanas» de autocitación en las que los menores de 39 que por motivos laborales o de movilidad no puedan acudir el día que les corresponde tengan una opción adecuada a su problemática.

La cuestión no es menor teniendo en cuenta que de las 14 personas que se encuentran ingresadas a día de hoy en una UCI gallega a causa del Covid, tres son jóvenes. «La gente joven no solo se contagia, sino que también puede acabar en críticos» advirtió Comesaña antes de repasar las edades de los pacientes graves más jóvenes: 22, 35 y 38 años . En la misma dirección habló el doctor Pedro Rascado, integrante del comité de expertos, que aseguró que «existe un riesgo individual» que no se debe pasar por alto. «Tenemos ingresados a pacientes sanos, jóvenes y sin riesgo aparente, porque nadie está libre de tener una complicación. En las reuniones sociales donde se relajan las medidas hay que mantener la prudencia, sobre todo porque los jóvenes no están vacunados y el virus sigue aquí. Es decepcionante encontrarnos con que ingresamos a una persona que rechazó la vacunación o que estaba a punto de ser inmunizada», manifestó el experto.

Con una mano en el asidero de la vacunación y la otra apoyada en el cumplimiento de la normativa, Galicia empieza a levantarse y mira hacia delante con buenas expectativas a corto y medio plazo . Por lo pronto, hay áreas como la de Santiago en las que la IA a 7 días es pírrica, con tan solo 7 casos, y el mapa de restricciones (solo tres concellos en nivel medio) se aleja mucho del de meses anteriores, donde el color rojo llegó a ser dominante. Además, la positividad se mantienen en mínimo y la presión hospitalaria es inexistente, lo que anima a dar pasos hacia delante que se materializarán la próxima semana en la presentación del plan de desescalada.

Aunque la idea era tener lista antes esta hoja de ruta, Comesaña aclaró ayer que hasta finales de mes no estará terminada la nueva normativa que marcará la desescalada gallega . Será el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el que anuncie el «cuadro de mando» con el que los gallegos encararán un verano que aspira a ser más aperturista que el anterior. En el centro del debate está, entre otras cuestiones, el uso de mascarilla en los exteriores. Y para aclarar las ideas, Galicia espera las conclusiones de un informe en el que se expongan los riesgos y ventajas de abandonar la protección facial en distintos escenarios posibles.