PARRICIDIO DE MORAÑA

Forenses revelan que Oubel degolló a su hija pequeña mirándola a la cara

El autor confeso del parricidio llegó a hacer diez acometidas hasta que acabó con la vida de su hija mayor, a la que el combinado de drogas no había hecho tanto efecto

Oubel, durante su traslado a los juzgados EFE

JL JIMÉNEZ/P. ABET

El testimonio de los forenses que realizaron la autopsia a los cuerpos de Amaia y Candela, las dos hermanas degolladas por su padre en Moraña en julio de 2015 , no dejó lugar a dudas. David Oubel aprovechó el bajo nivel de consciencia que presentaba la menor de las víctimas para atacarla «cara a cara» con una sierra radial que había comprado el día anterior y cuyo poder de rotación penetró hasta las vértebras cervicales. «Eran lesiones incompatibles con la vida», resumió uno de los médicos ayer ante el jurado popular y ante un Oubel frío y distante que en ningún momento hizo amago de derrumbarse.

Sobre el hallazgo y estudio del cuerpo de Candela, la hija mayor, los expertos reconocieron que tanto la escena del crimen como la posterior autopsia evidenciaron que existió un forcejeo entre el padre y la niña, de 9 años . Las dos víctimas bebieron de una botella de agua en la que el acusado había vertido un combinado de drogas dirigido a adormecerlas pero que, debido al peso y la complexión, fue menos eficaz en el caso de la mayor. De ahí que Oubel llegase a realizar múltiples intentos antes de poner fin a la vida de Candela.

En concreto, y según valoraron los forenses, «se contabilizaron hasta diez acometidas, porque detectamos una decena de heridas distintas». En este caso, la niña fue hallada boca abajo entre dos camas , en la misma habitación donde la sierra radial estaba enchufada. La declaración de los forenses también desveló que durante un intento de la niña por zafarse, la amoladora se enganchó con la camiseta de la pequeña, por lo que el padre optó por rematar su cruento plan con un cuchillo de cocina que a la postre también fue localizado en la escena del crimen.

«No padece ningún trastorno»

Durante la sesión de ayer también prestaron testimonios dos psiquiatras que valoraron el estado mental del acusado del doble parricidio. Ambos confirmaron que David Oubel «no padece ningún trastorno mental» y descartaron un «ataque impulsivo» . Es más, por la selección del arma del crimen y las reacciones del padre tras su detención —«sin episodios de arrepentimiento ni angustia»— indicaron que se trató de un crimen planificado del que el procesado fue consciente y durante en el que actuó «con libertad».

La confesión de «todos y cada uno de los hechos» protagonizada por Oubel en la primera sesión de la vista oral por el crimen ayudó a acelerar un proceso que, previsiblemente, finalizará hoy con la emisión del veredicto del jurado. Los nueve integrantes de este tribunal escucharon ayer las conclusiones de las acusaciones, que insistieron en las agravantes que entran en juego en el caso para solicitar la pena de prisión permanente revisable . «La actuación del padre fue meticulosa, pensada y absolutamente consciente», argumentó el fiscal del caso recordando que llegó a enviar dos cartas certificadas en las que adelantaba sus planes y repartía sus bienes. La defensa del acusado, por su parte, solo recordó que el parricida pidió perdón por las muertes antes de modificar sus conclusiones para eliminar el trastorno mental y plegarse al escrito del fiscal.

Se espera que a lo largo de la jornada de hoy el jurado popular haga público un veredicto que podría convertir a David Oubel en el primer condenado a prisión permanente revisable del país tras la reforma del Código Penal.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación