La fisioterapia lanza su propio #MeToo contra el acoso sexual en su profesión

«En pleno tratamiento en un aductor me preguntó si no iba a tocarle más arriba» . Este testimonio, de una fisioterapeuta lucense de 39 años, es uno de los mensajes recopilados por el Colegio de Fisioterapeutas de Galicia en el marco de la campaña de sensibilización lanzada por el colectivo para denunciar el acoso sexual en sus consultas y apoyar la denuncia de episodios de abuso sufridos por sus colegiados en el ejercicio de su profesión. «Qué suerte, que fisio más guapa me ha tocado» o «¿aquí hacéis final feliz?» son sólo algunas muestras más de las situaciones que muchas fisioterapeutas —aunque, advierte el colegio, no sólo las mujeres son víctimas de esta sexualización de su profesión— enfrentan en su día a día. Siete de cada diez fisioterapeutas, sostiene la organización colegial, sufren este tipo de episidios ; sin embargo, lamenta, «continúa el silencio» y «sólo el 12% de los fisioterapeutas acosados denuncia».

Bajo la etiqueta #metooFisioGalicia y el lema «En este cuento sólo cabe un final. ¡Respeta mi trabajo!» la profesión pretende concienciar a los pacientes de que existe un código de conducta que debe aplicarse cuando está recibiendo un tratamiento por parte de un profesional y que no se debe cruzar ciertas líneas. «Nadie se merece un trato vejatorio por realizar simplemente su trabajo», sostiene la Asociación Española de Fisioterapeutas en apoyo a la campaña gallega.

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