Elecciones gallegas
Feijóo llama a Galicia a las urnas el 12 de julio: «Es lo más prudente»
El presidente gallego lo ha comunicado a su Gobierno al ser la fecha que más «certidumbres» ofrece
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, entró en la sala de prensa del Consello de la Xunta, todavía vacía de periodistas, en el mediodía de este lunes para comunicar lo que ya se venía barruntando en las últimas jornadas y confirmado horas antes. Que Galicia intentará votar de nuevo el próximo domingo 12 de julio, después de estar llamados a las urnas el 5 de abril, aunque finalmente no se pudo por el recrudecimiento de la pandemia.
Un Gobierno que tendrá que capear el temporal sanitario y económico de la pandemia y que se decidirá ese día porque los expertos jurídicos y sanitarios, cuyos informes fueron claves, afirman que debe haber elecciones cuanto antes y sin dejar pasar el verano. Así pues, el presidente reunió ayer a su Gobierno para comunicarle su decisión: las urnas se llenarán de votos lo antes que permite la ley, 54 días desde la convocatoria hasta el día electoral : de esa manera, el primer domingo disponible es el 12 de julio. Toma la decisión, según él, poniendo en una balanza la opinión de los expertos sanitarios consultados y de una oposición que no ofreció una fecha alternativa.
No es habitual una cita electoral en julio u agosto, pero la complicadísima situación originada por la Covid-19 hace que Feijóo crea que no puede ser de otra manera. Los informes remarcan que es lo más «seguro» ya que así se evitará en gran medida coincidir con «la visita de miles de turistas de otras comunidades durante los meses de julio, agosto y septiembre» o posibles rebrotes en otoño. Así, la fecha de la primera quincena de julio provoca «menores incertezas y posibles riesgos».
Con todo, el líder gallego argumentó que da este paso, porque no le queda otra, al terminarse la legislatura a finales de septiembre, lo que provoca que haya que cumplir con la obligación de renovar los 75 asientos del Parlamento de Galicia. «La celebración de elecciones me resulta tan inoportuna como a quien más» , esgrimió desde el atril a los medios de comunicación y a la ciudadanía. También recordó que el Gobierno gallego y él mismo seguirán teniendo como «prioridad la lucha contra las consecuencias de la pandemia». Ya avanzó que esta pandemia traerá una problemática crisis económica que, a su juicio será «dolorosísima» y recordó que su Gobierno ya capeó el temporal económico de 2009, 2010, 2011, lo que le permitió lanzar el primer guiño con sabor preelectoral: «Los gallegos tendrán que elegir cual es la persona que creen que es la mejor preparada y la que puede tener más experiencia para gestionar una Galicia compleja».
Así, los ciudadanos podrán «tomar nota» y «decidir libremente a quién quieren votar y qué partido o partidos creen que debe gobernar Galicia» y «cuál de los candidatos que se presenta creen que está mejor preparado para gobernar Galicia en un momento de extraordinaria dificultad».
Una vez firmado el decreto, que incluirá la posibilidad de intentar una tercera fecha si la de julio se tiene que aplazar , queda por pensar cómo se va a organizar el derecho al voto de la ciudadanía, con el ojo puesto en los más vulnerables, y cómo va a tener lugar la campaña electoral, que acostumbra a ser una inacabable retahíla de paseos y mítines de un lado al otro de la Comunidad.
En los preparativos para el día de votación, señaló el líder autonómico que se celebrarán con «todas las garantías sanitarias para quienes están en mesa como para los votantes» . En el turno de preguntas dio más pistas: la indispensable distancia de seguridad, además del deseo de favorecer el voto por correo. También señaló que «no sabemos si tenemos competencias» para fijar votación por tramo de población o establecer voto telemático.
En cuanto a la campaña, el presidente dejó claro que legalmente debe durar 15 días, por lo que la idea de recortarla parece ya fuera de la mesa. Eso no significa que la campaña no deba adaptarse a esa nueva normalidad en la que, si todo va bien, estará instalada Galicia en el mes de julio. El mismo Feijóo señala que tratará de dar ejemplo: «Voy a sugerir que se disminuya la actividad habitual en campaña, que disminuya el número de personas que acuden a nuestros actos. Lo preceptivo legal para una campaña son 15 días. Hoy escuché a partidos decir que yo quiero reducir la campaña. Ni quiero, ni no quiero. Es decisión de cada partido. No soy quién para decir lo que dura una campaña, la ley dice que son 15 días. Ahí veremos la propuesta de cada partido», afirmó a las preguntas de la prensa.
Rosas y espinas para la oposición por parte del presidente, que aplaudió a la parte opositora que peores perspectivas electorales tiene, y que se mostró más cercana a los postulados del presidente para definir la fecha electoral, y criticó a los tres principales partidos de izquierda, la opción que puede desalojarlo de San Caetano, al decidir oponerse a la celebración de comicios a estas alturas, pero que, señaló Feijóo, no motivaron mediante la opinión de expertos una fecha alternativa. Además, señaló que hay partidos que llevan días en precampaña y explicó que «lamentablemente» el PSdeG no apoyó la convocatoria , algo que sí que hizo en el País Vasco el PSE, donde las urnas se abrirán el mismo día.
En cuanto a un posible pacto con Ciudadanos para el 12-J, ahora que las listas y coaliciones deben ser presentadas nuevamente, el presidente prácticamente dio por descartada la unión con el partido que en Galicia lidera Beatriz Pino. «Las listas electorales de abril tienen todo el vigor y toda la vigencia para julio» , subrayó, aunque recordó que la última decisión la tiene su formación. Pino recibió, sin embargo, los elogios de Feijóo, ya que señaló «fue impecable desde el punto de vista de razonamientos y actitud política».
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