Consello
La Xunta endurece sus advertencias ante el riesgo de nuevos rebrotes
Feijóo califica de «atentados» los botellones y pide una respuesta «implacable» en los municipios
Las discotecas deberán pedir a los clientes sus números de teléfono y permitir inspecciones frecuentes
Las apelaciones al «sentidiño» no faltaron en la intervención de este jueves de Alberto Núñez Feijóo tras la reunión semanal del Consello, cuando recordó que la amenaza del coronavirus sigue plenamente vigente. Pero el presidente de la Xunta empleó términos mucho más contundentes tras advertir de que «ya tenemos dos brotes» de coronavirus en la Comunidad «y lamentablemente habrá más ». «No podemos estar en una burbuja meses, semestres, años, pero nos estamos jugando muchas cosas», señaló. El mandatario autonómico aludió a «imágenes» de «aglomeraciones» que hicieron pensar en las que se registraron el pasado fin de semana en Lugo, con cientos de personas congregadas en el centro de la ciudad, hasta altas horas, sin mascarilla ni distancia física. Feijóo mostró su «pesar» y evitó las medias tintas para proclamar que, en estos momentos, la celebración de reuniones sociales como los botellones constituyen un «disparate» y que, «si siempre estuvieron prohibidos», ahora « son un atentado contra la salud pública ».
El mandatario autonómico apeló, por una parte, a la «responsabilidad» ciudadana. En el caso de personas con síntomas, insistió en que resulta «clave» que comuniquen su situación para poder activar los protocolos pertinentes; más aún, incurrirían en una «irresponsabilidad» si no facilitan una información «obligatoria», por tratarse de una enfermedad infecto-contagiosa. Por otra parte, demandó a las distintas administraciones, fuerzas y cuerpos de seguridad que actúen de forma tan «implacable» como hicieron bajo el estado de alarma , para que no se repitan escenas de grandes aforos de personas «sin ningún tipo de control y ningún tipo de protección». Los casos de Barbanza y A Mariña reflejan que «el riesgo de brotes está ahí, el virus sigue operando, los problemas y riesgos son no teóricos, sino prácticos (...). Debemos insistir y persistir en redoblar las prevenciones», exhortó.
La Xunta sigue vigilante para actuar con «celeridad» ante nuevos brotes, pero al tiempo ha de seguir adecuándose a la «nueva normalidad»». De ahí que el DOG, el próximo 1 de julio, vaya a recoger una serie de reajustes. Uno de ellos, con más calado psicológico que alcance normativo o punitivo, caería fuera de las competencias autonómicas: primar, como criterio general, el uso de la mascarilla a la distancia física , al revés que hasta ahora.
Nuevos aforos
A efectos prácticos, se aumentará el aforo en playas, parques infantiles y verbenas , que pasará de 4 a 3 metros cuadrados por persona. Capítulo aparte merecen las discotecas, que reabren también el 1 de julio hasta dos tercios de su aforo y se adivinan como posibles vectores de complicaciones por sus peculiaridades. Galicia ha estado posponiendo su reapertura, a pesar de que el Gobierno dio luz verde hace varias semanas; en San Caetano no son insensibles al hecho de que se trata de un sector «castigado desde el 13 de marzo, de forma ininterrumpida, hasta ahora». En cualquier caso, Feijóo recordó que será obligatorio el uso de mascarilla (salvo, lógicamente, cuando una persona consuma una bebida), y subrayó que, tras diversas reuniones con el sector, éste trasladó que está concienciado con la nueva situación.
Esto conlleva, por una parte, el compromiso de recoger los números de teléfono de todos los asistentes , en caso de que fuera necesario localizarlos si se produce un brote; y también permitir el acceso en cualquier momento de inspectores o agentes de Policía. Habrá, por tanto, una «vigilancia especial» y la Xunta estará preparada para activar cierres en cuanto se produzcan brotes o se acredite que estos locales constituyen un foco de riesgo, incluso cumpliendo las normas. Fue claro el presidente: si alguien quiere salir a «tomar una copa» pero no está dispuesto a portar una mascarilla, sencillamente «que no vaya».
No dejó Feijóo de insistir en que se «respeten los aforos» y las «distancias», «porque los brotes se producen». No solo en Galicia, «de momento con menor intensidad», sino en el resto de España y en todo el mundo. «Nosotros entregamos Galicia» a la nueva normalidad «siendo la comunidad autónoma con menor número de casos nuevos por 100.000 habitantes de los últimos 14 y 7 días. Entregamos Galicia con la mejor situación epidemiológica de España », hizo hincapié. «En ningún caso se puede decir que el [primer] brote tiene algo que ver con levantar el estado de alarma».
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