Coronavirus
Tos, fatiga y ganas de llorar: las unidades post-covid atienden las secuelas del virus
Un importante porcentaje de recuperados presenta molestias relacionadas con la enfermedad
Una gran parte de los afectados por el Covid-19 ha conseguido recuperarse de la enfermedad, pero no sin cargar con secuelas que afectan a su vida diaria . Desde cansancio extremo hasta frecuentes ganas de llorar, pasando por pérdida de masa muscular, tos, trastornos del sueño o incluso alopecia, los supervivientes del virus viven una vuelta a la normalidad condicionada por estos efectos secundarios.
Según el testimonio de Chus Domínguez Santalla, médico internista en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago y especialista en enfermedades infecciosas, lo más sorprendente es ver cómo aquellos pacientes con un pronóstico y proceso de curación menos grave se ven también afectados por efectos secundarios importantes. «No están al cien por cien» informó la trabajadora sanitaria a Efe.
De los más de 90 pacientes que ha visto en estos meses de pandemia menciona como una de las secuelas más comunes la astenia, «una fatiga que no se corresponde con la actividad que acaban de hacer». Entre los pacientes más críticos que pasaron por la planta de Cuidados Intensivos también está muy presente la amiatrofia y los problemas y dificultades a la hora de caminar .
La edad no parece ser relevante a la hora de presentar más o menos efectos secundarios. La facultativa remarcó que tanto pacientes jóvenes como mayores presentan en muchos casos síntomas de estas características, «a pesar de que en algunos hayan transcurrido más de dos meses desde el alta ».
En la unidad post-covid de este complejo hospitalario se ha comenzado a inspeccionar la situacción de pacientes ya dados de alta —esperan ver hasta a trescientos en una sola tanda— pero en el caso de todos los enfermos que fueron diagnosticados con la enfermedad sin llegar a acudir al hospital la situación es más compleja. En el caso de que estas personas remitan a su médico alguna dolencia relacionada con efectos secundarios del Covid, también serán remitidos al CHUS.
La doctora afirma que hasta un 30% de los despachados «muestran todavía algún síntoma respiratorio» como tos o falta de aire, incluso en los casos en los que la radiografía ya se haya normalizado. La mayor preocupación de los especialistas es resolver cuáles de estas molestias son solo de lenta resolución y cuáles permanecerán hasta cronificarse, según confiesa Domínguez.
Las secuelas mentales también son importantes entre los recuperados . «Muchos tienen trastornos del sueño y están frágiles emocionalmente. Y yo tampoco sé qué porcentaje de esto es debido a la situación que hemos vivido todos con el confinamiento, a la que hay que sumarle el estar ingresados en un hospital algunas semanas, solos en una habitación, y con dificultad para comunicarse», expone la doctora en su conversación.
En relación con la dura situación de los pacientes subraya el aislamiento de estos durante el tratamiento. Muchos podían hablar por teléfono con sus familiares como único contacto con el exterior, pero otros tantos «no estaban» para tener una conversación. Esta situación de estrés y preocupación sigue presentando secuelas en muchos de los recuperados, que a pesar de estar ya de vuelta en sus domicilios continúan con problemas para conciliar el sueño y sollozan con frecuencia.
El efecto secundario más relacionado con el episodio de tensión extrema vivido por los pacientes post-covid es el de la alopecia , la caída importante de pelo. «No creo que sea directamente un efecto del SARS-CoV-2 y sí en cambio del estrés al que han estado sometidos”, afirma esta sanitaria.
Las citas de revisión van en orden , siendo los primeros en ingresar también los que antes son llamados para comprobar su estado. Dependiendo de la situación que presenten serán derivados a especialistas como neurólogos o dermatólogos.
Sobre la vuelta a la normalidad
En relación con la situación de nueva normalidad y el fin de las restricciones, la trabajadora pide no bajar la guardia . «Hay que ser muy cautos con los movimientos entre países, comunidades e incluso provincias que tengan distinta situación epidemiológica. Ahí tenemos que extremar la vigilancia».
También cree importante la rapidez de la campaña de vacunación de gripe el próximo otoño, para que no haya diagnósticos errados que mezclen las dos patologías. «Lo que podamos evitar, mejor. Y que no sea un factor de confusión nos puede ayudar» señala.
Por último, la doctora recalca la importancia de la colaboración ciudadana , que entiende completamente imprescindible. «Todos juntos» es la única manera de la que se puede salir de esto. «Las situaciones extremas sacan lo peor y lo mejor de las personas. Yo me quedo con lo mejor».
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