Día de todos los Santos
Las leyendas de fantasmas más tenebrosas de Galicia para este Halloween
Un recorrido entre las leyendas de tradición gallega para descubrir a los fantasmas que hacen visitas fugaces o se alojan en casas y pazos de la comunidad
El terror inunda el ambiente en este día de Halloween, y una de las tradiciones más típicas para alimentarlo es contar historias de fantasmas. Además de contar la leyenda de Sleepy Hollow con una linterna bajo la barbilla o ponerse ‘El Resplandor’, también es posible pasarlo mal atendiendo a las leyendas de Galicia .
La tradición de la comunidad nunca se ha caracterizado, precisamente, por grandes o famosas historias de fantasmas, pero las hay, y muchas. Las casas y pazos están plagados de ellos , y en ocasiones vienen a visitarnos para pedirnos favores. Eso sí, no hacen mucho ruido y prefieren pasar más bien desapercibidos.
Si alguna vez aparece un antepasado pidiendo favores, es mejor no temer. Según Manuel Gago, director de culturagalega.gal, profesor de la Universidad de Santiago y autor de ‘O sangue das pantasmas’, estas leyendas son muy habituales en las familias gallega s. Son los llamadas ‘aparecidos’, «familiares que vienen del otro mundo con la necesidad de que les soluciones un problema», explica Gago. Un día aparecen delante de alguno de sus descendientes con cualquier recado, aunque Gago descubrió en sus investigaciones que uno muy habitual es el que pide que «muevan los marcos de las fincas». Aunque la cuestión en sí pueda parecer cómica, los fantasmas «no pueden descansar hasta que se solucione». Una vez movido de nuevo el marco, no vuelven a molestar más.
En esa línea, son comunes otras apariciones espectrales: marineros que se se mueren embarcados y que quieren dar una última despedida a sus amadas . «A la viuda aparece su marido y le da un beso mientras duerme, y ella se da cuenta de que su cara está mojada», dice Gago. Al día siguiente llega la triste noticia que confirma los peores presagios: personal de la naviera aparecía en casa informando del fallecimiento.
Abundan en los pazos
No se ha hablado ni investigado mucho sobre ellos porque las familias de la aristocracia gallega «eran más reacias a contarlas y admitir que compartían historias de fantasmas con las clases populares», pero cree Gago que en la mayoría de pazos de Galicia tienen historias de fantasmas . Al contrario que los ‘aparecidos’ y ‘ahogados’, estos están condenados a pasar el resto de su tiempo en la mansión en la que se encuentren, aunque muchas veces están solo en «habitaciones o escaleras concretas».
Se sabe quienes son, antepasados de de las familias que en su momento fueron propietarios de los pazos, «normalmente figuras del siglo XIX». Con todo, indica Gago que estos fantasmas no suelen ser los cabezas de las familias, sino, más bien, «figuras secundarias», en muchos casos « mujeres solteras que quedaron en casa o que sufrieron alguna tragedia en vida».
También, incluso, los 14 de julio es posible escuchar la Marsellesa entonada a coro por ejércitos de franceses en algún pazo gallego. « La Guerra de Independencia fue un acontecimiento muy traumático en Galicia », que no estaba acostumbrada a que grandes ejércitos se pasearan por sus tierras. Durante el conflicto, los pazos eran «centros neurálgicos» de la guerrilla, por lo que era común que, en algún momento, éstos se convirtieran en campos de batalla, con sus consiguientes muertes en ambos bandos. Para no levantar sospechas, claro, había que esconder los cadáveres de los militares franceses, y sus fantasmas se quedaron atrapados entre las paredes de los pazos para siempre.
En la facultad de Historia
Cuenta la leyenda que en la facultad de Historia de la Universidad de Santiago, a veces, aparece un niño . Según los rumores, este fantasma sería el hijo de uno de los bedeles del edificio que, una noche, se quedó encerrado y solo , muriendo entre las estanterí as de la imponente biblioteca de la facultad compostelana.
Las investigaciones de Gago arrojaron una visión sobre la leyenda que se habría pasado por alto: los exalumnos de unas promociones concretas eran más conocedores de la historia. Precisamente, había una mayor proporción de estudiantes que había oído hablar de este niño si habían estudiado Historia a finales de los 70 o principios de los 80, « coincidiendo con el nacimiento del cine de terror moderno, protagonizados por niños que dan mied o», aclara el profesor.
Lady Hester Stanhope
Una bala de cañón acabó con la vida del general Sir John Moore , quien había estado liderando a los británicos en la Guerra de Independencia española. El último día de su vida fue en La Coruña, mientras reembarcaba a sus tropas, y también es el lugar donde está sepulcrado:en el Jardín de San Carlos está su tumba, presidiendo la zona.
Además de los visitantes del parque, coruñeses de carne y hueso, cada noche de cada 16 de enero Moore recibe la visita de Lady Hester Stanhop e, quien habría sido su amante en vida. Cuenta la leyenda que esta británica, sobrina del primer ministro William Pitt, se pasea por los jardines hasta llegar a la tumba del general, donde llora desconsoladamente y le deja una flor sobre la lápida.