Tribunales
El falso médico de Ferrol busca un acuerdo para evitar ser juzgado
La defensa planteó una conformidad a la que hoy responderán las trece acusaciones
Las cosas no pintan bien para José Manuel López, alias «Coté» , que este jueves tenía que declarar en la Audiencia de La Coruña y, en vez de eso, propuso reconocer su culpabilidad para evitar la vista oral. El giro inesperado en la tercera sesión del macrojuicio contra el falso médico se produjo cuando la juez resolvió todas las cuestiones previas planteadas por las defensas, echándolas por tierra. No a la nulidad de la escuchas telefónicas; no a la nulidad de los registros en la clínica y en el domicilio del acusado; no a la nulidad de los interrogatorios a los afectados. Y después del portazo de la magistrada, un receso en el que la estrategia de la defensa viró .
Aunque se desconocen los detalles de la oferta, los abogados de Coté y de su mujer se reunieron con el fiscal y con las acusaciones para presentar un acuerdo de conformidad que, reconocen desde la Asociación de Afectados, «nos pilló con el pie cambiado» . El objetivo de la negociación, abierta hasta las 10 horas de este viernes, es esquivar el banquillo y buscar una salida acordada a los 338 años de prisión a los que Coté se enfrenta por los delitos de blanqueo, estafa, intrusismo, falsedad documental y homicidio imprudente. Pero los expacientes del falso doctor no dudaron en mostrar sus reticencias a la salida del juzgado.
«Nuestros letrados han pedido un aplazamiento para que sean mis compañeros los que tomen la decisión de si vale la pena aceptar este acuerdo», indicó la portavoz de buena parte de los afectados, Esther Fontán, que se mostró muy sorprendida con lo ocurrido en sala. «Pesan estos trece años, las vivencias de cada uno de nosotros; será lo que esta tarde pongamos en la balanza para tomar una decisión», manifestó para admitir que «esto es una cuestión de dignidad» y ««si fuéramos a juicio, dieran los años y el dinero que nos dieran, no iban a reparar el daño. Sea cual fuera la sentencia no nos iba a gustar».
La propuestas de las defensas —que con esta maniobra buscan ahorrarse cuatro desgastadores meses de juicio y, con mucha probabilidad, la pena de banquillo para el acusado— tampoco gustó a los portavoces del Consejo General de Fisioterapeutas y del Colegio de Fisioterapeutas de Galicia. Los dos letrados rechazaron adherirse a la petición del fiscal indicando que lo decidirán en función de los «términos» del acuerdo.
La decisión de unos y otros —las trece acusaciones personadas deberán estar de acuerdo— se conocerá este viernes a partir de las 10 de la mañana, cuando el tribunal volverá a reunirse para escuchar la respuesta final. De no haber acuerdo, el calendario de juicio seguirá el orden previsto, con la declaración de Coté y de su mujer , para la que piden tres años de prisión por blanqueo de capitales. Los dos compartieron asiento esta mañana en la sala Emilio Pardo Bazán de la Audiencia coruñesa, sentados a dos metros de distancia y cruzando algún comentario que otro entre receso y receso. Él, documentación en mano y con gesto serio, solicitó enérgicamente hablar con su abogado cuando la juez pospuso la decisión de las partes a hoy. Ella, en silencio, los acompañó en la breve conversación.
José Manuel López cumple en la actualidad una condena de cuatro años y medio de prisión por los delitos de intrusismo y estafa, vinculados a su actuación en una clínica de Castellón. En el caso de la clínica de Ferrol, el fiscal acusa a Coté de haber ejercido durante años la profesión de médico sin haber pisado nunca una facultad de Medicina y contando únicamente con un título de Bachillerato. Entre los cientos de pacientes a los que trató, Coté llegó a hacer diagnósticos —indica el fiscal en su escrito de acusación— de enfermedades de una gravedad extrema ante las que incluso realizó operaciones quirúrgicas. «Bajo tal impostura y aprovechando además el nombre, crédito y firma de otros auténticos profesionales de la Medicina, el acusado consiguió atraer a su local de Ferrol, al que después sumó otro en Viveiro, a centenares de personas a las que cobraba importantes sumas de dinero por aplicarles falsos tratamientos dirigidos supuestamente a sanar enfermedades reales preexistentes, en algunos casos, o enfermedades inexistentes que él mismo ideaba y decía diagnosticar, en otros», recoge el Ministerio Público. Por alguno de esos tratamientos en particular, denuncian, el acusado se llegó a embolsar hasta 190.000 euros.