Un fallecido y cuatro heridos leves por una explosión de butano
El suceso se produjo a primera hora de ayer en el sexto piso de un edificio de Vigo
La explosión de una bombona de butano a primera hora de la mañana de ayer en un piso de Vigo se saldó con una persona fallecida y tres heridos de carácter leve. Aunque las causas de la potente deflagración están siendo investigadas por la Policía Científica, todo apunta a que se trató de un accidente originado por una fuga de gas butano en una de las tres bombonas que había en la cocina de la vivienda donde se produjo el incidente. El escape de gas pudo prender fuego con alguna fuente de ignición y dar lugar a la explosión que se llevó por delante «paredes y puertas», tal y como confirmaron fuentes de los servicios de emergencia desplazados al lugar.
El suceso se produjo en torno a las 8.50 de la mañana en la sexta planta del edificio en el que residía la víctima, en la calle San Salvador. El fallecido es Ramón González Sanz, de 45 años y muy conocido en la zona por ser el secretario del PP en el distrito vigués de Casablanca. Desde las filas populares, aún conmocionados por la noticia, reconocieron ayer la labor de un militante que calificaron como «muy activo y querido». La portavoz del PP en el concello, Elena Muñoz , se desplazó al lugar acompañada por el presidente local y allí lamentó la « gran pérdida que la muerte de González Sanz supone».
Onda expansiva de 50 metros
Los otros afectados son vecinos del bloque que fueron atendidos por heridas en las extremidades y un ataque de ansiedad en el hospital Álvaro Cunqueiro . La onda expansiva , con un radio de 50 metros, afectó a las viviendas anexas y obligó a desalojar a más de una veintena de vecinos . Los arquitectos municipales les desaconsejaron que regresasen a sus casas por el riesgo que conllevaba, aunque permitieron que accediesen a ellas acompañadas por personal de seguridad para recoger enseres básicos.
Los «daños significativos» que presenta el inmueble fueron detectados también en otro edificio situado enfrente contra el que impactaron diversos cascotes provocados por la explosión. De hecho, en la calle había numerosos escombros, cristales rotos, telas y plásticos , además de la barandilla del balcón del piso donde explotó la bombona. Algunos de estos metales cayeron sobre los vehículos que estaban aparcados en la vía, por lo que la zona estuvo precintada y acordonada durante buena parte del día de ayer.
Testigos presenciales explicaron que tras la explosión «los cristales de las ventanas estallaron y empezaron a salir llamas y humo». «Fue horroroso», recordaban desde la calle mientras los efectivos de Bomberos ventilaban con premura el inmueble al tiempo que cortaban el agua, la luz y el gas. Las primeras estimaciones descartan daños estructurales en el edificio, pero los vecinos desalojados no pudieron regresar a sus casas ayer.