Alberto Varela - CRÓNICAS ATLÁNTICAS
Exceso de ideología
Seguro que recuerdan que hace cuatro años La Marea prometía otro modo de hacer política
El tiempo ha pasado volando y estamos de nuevo en campaña electoral para las elecciones municipales. ¡ Y qué distinta va a ser ésta a la que vivimos en 2015! Las redes sociales desbordan contenido político y las farolas se llenan de carteles... eso sigue igual, pero algunas cosas han cambiado. Seguro que recuerdan que hace cuatro años los candidatos de las Mareas prometían otro modo de hacer política. Estaban frescos y predicaban transparencia, más política social y apertura de las puertas de los concellos al pueblo. Lo que se había hecho hasta entonces no valía ya. El mensaje caló a mucha gente y las ganas de algo nuevo junto a la efervescencia del fenómeno Podemos hizo el resto: total... que consiguieron acceder a alcaldías muy relevantes de Galicia. Ahora tienen que pedir el voto con el rabo entre las piernas, conscientes de que los resultados que pueden ofrecer son manifiestamente mejorables. El globo se les deshinchó y tampoco les ayuda su tendencia patológica a fragmentar los espacios políticos en los que participan. Los dejas solos unos minutos y crean tres o cuatro facciones del rupturismo galaico.
Y ante esta situación ¿cómo pedir el voto? Ya lo verán, cuatro años después de las elecciones que ganaron dirán que en una sola legislatura no da tiempo a hacer transformaciones y que han iniciado el cambio en los ayuntamientos, la típica excusa de quien quiso pero no supo. Todos los gobiernos tienen puntos fuertes y puntos débiles, y es evidente que a los de las Mareas les ha sobrado teoría y les ha faltado práctica. Quien quiera pronunciamientos sobre Palestina, ideología anticapitalista o ideas románticas sobre el uso del espacio público que no dude en apoyarlos. Por contra, el ciudadano preocupado por la creación de empleo, la limpieza de las calles o el buen funcionamiento de los comedores escolares, visto lo ocurrido estos años debería huir despavorido. Cualquier otra opción será mejor.
Si la nueva política era esto, no es de extrañar que los votantes de Podemos regresen últimamente al PSOE. Cosa diferente es que en el socialismo esté la solución.