Cultura

Eterno Domingo de Andrade

Una exposición recoge la obra del arquitecto barroco Domingo de Andrade, de importancia crucial en Santiago

Inauguración de la exposición de la Alameda CEDIDA

Ántar Vidal

Uno puede pasear por las calles del casco antiguo de Santiago alzando la vista a los edificios y maravillándose continuamente. Puede entrar en la Catedral, ver las impresionantes esculturas y quedarse de piedra. Pero lo que no es tan habitual es que se conozca la autoría de muchas de esas obras que dejan a los visitantes perplejos: Domingo de Andrade fue el creador de piezas tan admiradas como la Torre del Reloj o uno de los muros de la plaza de la Quintana.

Para dar a conocer su obra, desde hace una semana se puede visitar una exposición al aire libre en el parque de la Alameda, en Santiago. Uno de los comisarios de la exposición, Ramón Yzquierdo, doctor en Historia del Arte y miembro de la Real Academia Galega de Belas Artes, ve cierta injusticia en cómo ha tratado la historia al arquitecto. « No es tan conocido como otros arquitectos barrocos por la sencilla razón de que nunca salió de Galicia », aunque su obra, como el tabernáculo de la Catedral, es «de los mejores de Europa».

Para conocer su obra, es importante saber que Domingo de Andrade tuvo dos vertientes bien diferenciadas: por una parte, se dedicó a la madera. Entre sus creaciones en este soporte, Yzquierdo destacaría «personalmente», el citado tabernáculo. Por el otro lado, está su obra en piedra: « La obra más representativa es la Torre del Reloj y lo que está en sus proximidades, como la Puerta Real de la Catedral ».

Y aunque todos los visitantes de Santiago «se queden pasmados ante la Capilla Mayor, el Tabernáculo o la Torre del Reloj, no saben que es de Andrade», lamenta el historiador. La raíz de este problema parece ser claro: Galicia está en la periferia de España .

«Evidentemente, si hubiera vivido en Madrid o se fuera a trabajar allí, sería mucho más conocido», declara Yzquierdo, y va más allá: está convencido de que de haber sido así, Andrade «hubiera trabajado para la Corte», por lo que su trabajo « tendría un impacto mucho mayor que al hacer un retablo en una iglesia de Galicia ».

Aparte de su innegable legado arquitectónico y artístico, novedoso en la época en cuanto a planteamientos y realización, Yzquierdo recalca que la obra Domingo de Andrade no se queda ahí, sino que se ve enriquecida además con la publicación de un libro sobre «las excelencias de las arquitectura».

De hecho, Ramón Yzquierdo lo compara con José Benito de Churriguera. autor de, por ejemplo, la fachada de la Iglesia de San Cayetano de Madrid: «Si el retablo de Churriguera de San Esteban de Salamanca va a hacer reaccionar a otros diseñadores y ensabladores, los de Andrade van a ser tan significativos como ese».

Por todo esto y más, la Real Academia Galega de Belas Artes le dedica en los años 2020 y 2021 el Día das Artes Galegas . De esta manera, junto con la exposición del parque de la Alameda, se pretende difundir la obra y transcendencia de Andrade. Desde luego, una cosa es segura: sin todos sus edificios y planos, Santiago de Compostela tendría un aspecto bastante diferente. No se hable ya del interior de la Catedral: ¿se podrían imaginar cómo sería sin el imponente tabernáculo?

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