Coronavirus Galicia
«Me encuentro de maravilla, como nueva»
A sus 82 años, Nieves Cabo se convierte en la primera gallega en recibir la dosis de Pfizer y anima a toda la población a vacunarse
A sus 82 años, Nieves Cabo se mostraba esta mañana feliz tras convertirse en la primera gallega en recibir la vacuna de Pfizer y BioNTech. «Me encuentro de maravilla, como nueva» , explicó la compostelana apenas media hora después de ponerse la primera de las dos dosis que serán necesarias para conseguir la inmunización. Hasta hace dos meses, la santiaguesa vivía sola en su domicilio mientras esperaba plaza en la residencia pública Porta do Camiño de la capital gallega. Pero en plena pandemia del coronavirus cambió de hogar. «Estoy contentísima con el personal y con todo el mundo, son como si fueran mi familia», aseguró.
Nieves había participado el día anterior en el simulacro organizado para que nada fallase en una jornada que podría marcar el principio del fin de una pandemia que se ha cobrado la vida de 572 mayores en los centros residenciales gallegos . Por la mañana, poco antes de que se iniciasen los pinchazos, salió al balcón para proclamar que quería ser la primera en vacunarse. «No me duele nada, fue en este brazo, mirad como lo muevo», explicó después, en una comparecencia en la que estuvo arropada por el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, la de Política Social, Fabiola García, y la enfermera Yolanda Molares.
Nieves Cabo animó a todo el mundo a ponerse la vacuna y lamentó que el coronavirus, al que ella prefiere llamar «el bicho», mató a mucha gente. «Dios quiera que no mate a más, ojalá que la vacuna sea buena», deseó. La compostelana, que se definió así misma como una persona «muy habladora», explicó que en la residencia todos esperaban por una vacuna que finalmente ha llegado. Tras vacunarse, Nieves Cabo tuvo que pasar una media hora en observación por si tenía algún efecto secundario. Aprovechó para hablar con su familia, con su nieta Arancha. Esta Navidad tuvo que pasarla en la residencia para evitar los contagios del coronavirus. Otros años viajaba a Madrid para poder estar junto a su hija.
En el centro no era Nieves Cabo la única que deseaba empezar a olvidarse de la pandemia. Desde primera hora de la mañana varios trabajadores esperaban a las puertas del centro su turno. Con lágrimas en los ojos por la emoción de empezar a ver la luz tras meses muy duros, Gemma, auxiliar de enfermería consideraba que «va a ser un cambio muy importante en la vida de todos nosotros» . La residencia Porta do Camiño fue una de las primeras en Galicia que se convirtió en un centro integrado al que el Sergas derivó a los mayores con coronavirus procedentes de otros centros. Previamente los usuarios habituales sanos fueron trasladados a un hotel. «Fue un momento muy duro, pero se hicieron las cosas muy bien por parte de todos», explicó la auxiliar de enfermería. Para Belén Varela, trabajadora social en la residencia, la vacunación supone «dar un paso al frente para solucionar este problema» que es la pandemia: «Tenemos que poner todos de nuestra parte». «La pongo tranquilamente y aconsejo a todo el mundo que la ponga para poder estar tranquilamente unos con otros en familia», explicaba también Blanca, que forma parte del personal de limpieza.
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