La educación en el mejor colegio de España: desde cocina a robótica

El CRA Maestra Clara Torres de Tui recibió este jueves el Premio Escuela del Año de mano de los Reyes

Su situación en el rural aporta muchas ventajas, pero también «peligra» por la falta de matrículas

Alumnos del Mestra Clara Torres en un taller de cocina CEDIDA

Ántar Vidal

El CRA Mestra Clara Torres de Tui (Pontevedra) es «una oportunidad bárbara» para educar a los niños, en palabras del presidente del ANPA (Asociación de Nais e Pais) del colegio, Gerardo Giráldez. Para muestra, un botón: el centro educativo acaba de recibir el Premio Escuela del Año 2020 por la Fundación Princesa de Gerona de mano de los Reyes . A Teresa Domínguez, una de las fundadoras, hace ya 21 años, y directora durante ese tiempo del Colegio Rural Agrupado (CRA) no le cabe el orgullo que siente en el pecho:«estoy tremendamente feliz, tanto por nuestro centro como por las familias y por Tui», asegura.

El secreto de esta agrupación de aulas (son cinco separadas en diferentes puntos de la comarca) reside en hacer de la necesidad, virtud. En medio de la naturaleza, en el rural gallego, desde el Clara Torres aprovechan su situación geográfica —y también demográfica— para ponerla al servicio de los alumnos: sus aulas son reducidas, la que más niños tiene es de 15 , mientras que la que menos, siete;en una misma clase hay niños de varias edades;y potencian su aprendizaje con talleres que los mantienen en constante contacto con lo que les rodea. «Lo que nos diferencia es que intentamos dinamizar el rural dentro de todas las actividades del centro», explica su actual directora Marta Quintana. « Dificultades no existen, es todo beneficios » el hecho de vivir en el rural, explica la exdirectora, Domínguez.

En el colegio, todo parte «de la realidad que tenemos, desarrollamos las mejores actividades para los niños» teniendo en cuenta el contexto en el que se encuentran. En el Maestra Clara Torres organizan talleres de carácter semanal o mensual en los que los niños adquieren conocimientos que les serán útiles el resto de sus vidas: desde alimentación saludable hasta robótica . Estos talleres sirven para «ganarse la atención de los niños», explica la exdirectora, una atención que ellos mismos «demandan» a medida que van aprendiendo.

Entre estas «actividades de aprendizaje» se encuentran algunas tan llamativas en niños de entre 3 y 6 años como el yoga, la cocina, el patrimonio gastronómico de Galicia o la radio, además de los citados anteriormente. Incluso los propios padres, dentro del horario escolar, pueden participar en la enseñanza de los menores : «Tenemos las puertas abiertas para todos los padres que quieran ayudar y enseñen cosas que estén acordes a las competencias», señala Quintana, contando que esta última semana, por ejemplo, uno de ellos impartió un taller de construcción de instrumentos.

Los pequeños ratios de alumnos por aula facilitan mucho la enseñanza y aumentan la atención que los docentes pueden centrar en cada niño , y ellos así, según la directora, «sienten el cole como su casa». De hecho, explica el presidente del ANPA que este es uno de los principales atractivos del CRA: «Valoramos todo, pero que sea un colegio pequeño con pocos niños en cada clase» es una ventaja.

Falta de matrículas

Lo que se gana por un lado, se puede perder por otro. Hay 13 profesores en el premiado colegio, mientras que alumnos son 51: una proporción fantástica para responder «a las necesidades de cada niño, no a las de la clase en conjunto». No obstante, en el colegio se están comenzando a ver con el agua al cuello por las pocas matrículas que tienen actualmente , que incluso hacen que se tambalee la continuidad de alguna de las clases:«T enemos dos aulas que peligran », dice con preocupación Quintana.

Por su parte, los padres, a pesar de compartir un sentimiento de felicidad por tener a sus hijos en este CRA , solicitan un servicio de aula matinal :«Se lo estamos pidiendo a la Consellería de Educación, para que así podamos dejar a nuestros hijos una hora antes», explica Giráldez. Pero no es sencillo: un servicio como este, o el de comedor, llevaría consigo un incremento de los precios para los padres y, según Teresa Domínguez, desde el colegio no están dispuestos a ello.

El CRA Maestra Clara Torres lleva arrastrando esta falta de alumnado, por lo menos, 10 años, lamenta la directora del centro. «Esperemos que con el reconocimiento» lleguen más solicitudes, desea, y asegura que estarían «encantadas de tener más solicitudes». Además, « con la pandemia deberíamos de haber aprendido que este es el mejor sitio para educar a nuestros hijos », dice. Desde el colegio hacen un llamamiento a la administración, a la comunidad, a los vecinos y asociaciones culturales de la zona para superar las dificultades y poder seguir educando con la ilusión y calidad de estos últimos 21 años. «Nosotras solas no podemos hacerlo», reconoce Quintana.

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