El edificio Fontán culmina veinte años después la Cidade da Cultura de Galicia

Tal vez no sea uno de sus personajes más conocidos, pero lo cierto es que Domingo Fontán puso, literalmente, a Galicia en el mapa. Fue este matemático y geógrafo nacido en Portas (Pontevedra) en 1788 el autor del primer mapa topográfico y científico de la comunidad. A lomos de un burro, Fontán recorrió durante 17 años Galicia «camino a camino, parroquia a parroquia, para trazar su rostro» , como bien ha recordado este miércoles el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en la inauguración de un flamante edificio en el Monte Gaiás de Santiago que llevará su nombre. El edificio Fontán, que se destinará sobre todo al estudio y gestión del patrimonio gallego , es el broche de la Cidade da Cultura, veinte años después de ponerse la primera piedra del macrocomplejo cultural.

Mucho ha llovido —y más en Santiago— desde aquel febrero de 2001 en el que comenzaron las obras, promovidas por el entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga. Y mucho cambió también desde entonces el proyecto, repensado y redefinido en varias ocasiones. « Se podría haber tirado para adelante y meter 150 millones de euros aquí . Yo no lo hice, porque pensé que no estaba autorizado a hacerlo», confesó Feijóo sobre la decisión en su primera legislatura de paralizar unas obras que el bipartido de izquierdas que le había precedido ya había intentado redefinir sin demasiado éxito. Veinte años después de la primera piedra —ha reflexionado Feijóo—, y «a pesar de las dificultades», la inauguración del complejo Fontán supone la «culminación de un sueño», la Cidade da Cultura . Aunque, ha añadido, «no tenga el mismo contenido» —en el destino de muchos de sus edificios— que el proyecto inicial, diseñado e iniciado por el estadounidense Peter Eisenman.

El nuevo edificio Fontán, encargado precisamente al que había sido director de la obra de Eisenman, el arquitecto español Andrés Perea, es el mejor ejemplo de esa reformulación de la Cidade da Cultura . El nuevo complejo dedicado a la gestión y al estudio del patrimonio se ubica en el solar donde los planos de Eisenman proyectaban un gran teatro de la ópera, uno de los dos edificios paralizados por Feijóo hace ya casi una década.

El complejo Fontán aprovecha, precisamente, los cimientos de ese gran teatro fallido. Para Feijóo, ni continuar por inercia el proyecto inicial de Fraga —calificado por muchos de faraónico—, ni limitarse a rellenar con tierra los socavones de las obras ya iniciadas eran una opción. Así, pues, la Xunta apostó por una obra «de precio contenido» , que ronda los 17 millones de euros, para el reaprovechamiento de ese espacio, que, de levantarse en otra ubicación, costaría casi el doble a las arcas públicas gallegas, a lo que habría que añadir el gasto de demolición de la estructura del teatro de la ópera.

Con todo, Feijóo cree que con el proyecto de Perea se ha conseguido «más con menos» y levantar un edificio de calidad, «vanguardista y enorme belleza» . Acogerá el Consorcio Interuniversitario de Galicia, que impulsará la coordinación de las universidades de la Comunidad; la Axencia para a Calidade do Sistema Universitario, donde además se formarán los futuros docentes; el Instituto de Ciencias do Patrimonio do CSIC, y el Centro de Investigación do Patrimonio Cultural, el primero de toda España sobre esta materia y que contará con un observatorio sobre el Camino de Santiago.

Entre todos estos organismos, el edificio Fontán albergará a 200 trabajadores , que se unirán a los 700 que ya trabajan en la Cidade da Cultura. Un macrocomplejo cultural que, pese a sus correcciones, presenta un «balance razonable» y genera un retorno a la sociedad de 24 millones de euros anuales —según un estudio de Deusto—. Y es que «los proyectos con voluntad de permanencia» como el de Fraga, ha ahondado Feijóo, «pueden precisar reformulaciones, pero acaban demostrando su relevancia». «Y estoy seguro de que acabará demostrando también vitalidad», ha añadido el presidente gallego.