DIPUTACIÓN DE LUGO
Otra guerra fratricida en Lugo
La decisión de José Tomé de optar a presidir la Diputación abre un nuevo frente en las agitadas filas socialistas
En el polvorín de Lugo ha prendido una nueva mecha. Y se han encargado nuevamente los socialistas de agitar el avispero sin necesidad de que medien terceros . Tras asegurar en un principio que «de momento» no barajaba la opción de postularse a presidir la Diputación de Lugo, el anuncio de José Tomé, alcalde de Monforte, de que finalmente daba el paso, reabre la particular caja de Pandora que tantos ríos de tinta hizo correr en la provincia durante los últimos cuatro años.
Al actual presidente provincial en funciones, Darío Campos, le ha surgido un nuevo dolor de cabeza . O se las prometía muy felices o eso pretendía transmitir en público en días recientes, cuando afirmaba que «nunca se dudó» acerca de su continuidad. Pero Tomé, aupado por su triunfo incontestable en las elecciones municipales, con una mayoría absoluta y más del 55% de los votos, ha resuelto plantarle cara y, de paso, genera una nueva brecha en el socialismo lucense.
Este diario intentó ponerse ayer en contacto, sin éxito, con Tomé, para recabar una explicación no tanto a su decisión de postularse, sino a haberse dedicado a un juego de equívocos. Una estrategia en la que pasó de lanzar mensajes en la línea de que presidir la Diputación no era su «objetivo» , porque su «prioridad» la seguía constituyendo el gobierno municipal de Monforte, a calificar de «honor» el haber recibido el «apoyo» de «muchos» compañeros, incluidos «alcaldes» y portavoces», para dar el relevo a Campos en la institución provincial, a través de un comunicado.
« Los cuatro últimos años en la Diputación fueron muy convulsos y creo que es necesario abrir una nueva etapa », es el dardo más afilado que recogía el texto con el que Tomé confirmaba el secreto a voces. Lo que Campos tildaba de «rumores» alimentados por la «prensa». Consultado igualmente por este diario, el todavía presidente provincial declinó la posibilidad de realizar declaraciones. Tampoco desde la dirección del PSdeG se quiso formular ningún tipo de valoración para no echar más leña al fuego.
Ferraz mandará
Quien no rehuyó los micrófonos fue la alcaldesa de Lugo en funciones, Lara Méndez, pendiente a su vez de atar el apoyo del BNG para continuar en el cargo. En un intento por quitar hierro al choque de trenes, Méndez aseguró ayer que la entrada de lleno de Tomé en el cuerpo a cuerpo por la Diputación simplemente «pone de manifiesto» que «hay muchos compañeros válidos» y dispuestos a dar un paso adelante por «el bien común», en declaraciones a los medios recogidas por Efe. Que es algo que «enriquece», no que «merme» . Méndez recordó que, en todo caso, hay «unas normas de partido» y que debe imperar la «disciplina». O lo que es lo mismo: lo que se ordene desde la cúpula nacional. «La última decisión la marca Ferraz», resumió.
De fondo, la pugna retrata a un partido lanzado a un enfrentamiento interno en pos de un trofeo, la Diputación, que aún está sujeto a que fragüen los pactos postelectorales . Una guerra por el reparto de poder a cargo de un PSdeG que no solo obtuvo menos diputados (10) que el PP (12), sino que, incluso, se dejó un asiento con respecto a 2015, ahora en manos del BNG (3).
Y, de nuevo, retrata a una formación en la que se agitan viejos fantasmas como el del famoso enfrentamiento entre Campos y el repudiado Manuel Martínez , por más que Méndez afirmara que este es «otro escenario», y que hace cuatro años el «problema» lo ocasionaran los «vetos» de otros partidos. Vetos, irónicamente, motivados por imputaciones como las que pesan ahora sobre Campos y Méndez. El lío vuelve a estar servido y la pelea se libra entre compañeros.
Noticias relacionadas