Diana Quer
Los forenses desmontan la versión del Chicle: «La causa de la muerte fue la brida»
La sesión de hoy es clave para demostrar si el Chicle violó a Diana. Nueve forenses están llamados a declarar
El veredicto por el juicio del «caso Diana Quer» se retrasa, síguelo en directo
15.10
Finaliza la octava sesión, una de las más intensas. Aquí, la crónica del día .
15.04
El juez interpela al primer equipo sobre el estudio probabilístico. «Es una forma de ponerle número al hecho de que un hombre inmoviliza a una mujer y se la lleva a un lugar cómodo por un fin sexual». «No me cabe duda de que todo apunta en esa dirección, pero el estudio estadístico no nos dice si no consiguió la excitación para hacerlo o si lo hizo quince veces », explica uno de los testigos. «Una cosa es el móvil y otra el si llegó a hacerlo», opina. Serrulla dice que «ninguna sociedad científica forense autoriza a aplicar este teorema».
14.56
El juez trata de mediar. «¿No es importante para la conclusión haber tocado el cuerpo?» Pampín dice que la fotografía «es tremendamente ilustrativa» . Estamos convencidos de ello porque el TAC apoya nuestra versión. «Teniendo un buen material no nos invalida no haber estado en la sala de autopsias», insisten.
14.50
«Lo que el doctor Pampín dice que es un edema, no es un edema. La zona genital está aparentemente más hinchada porque es un tejido más laxo y se llena más de agua» replica duramente el autor de la autopsia. «Para mí es un fenómeno postmortem sin duda», espeta . Pampín replica y dice que ha visto miles de cadáveres de mujeres en los que no se presenta este edema. Dice que no es atribuible a la descomposición del cuerpo, sino un proceso vital que quedó detenido por la muerte. «Es idéntico al que se aprecia en otras víctimas vivas» que han sido agredidas sexualmente . «El edema es un fenómeno vital, durante la vida» insiste Pampín. Los dos expertos se enzarzan en este punto, de suma importancia para el caso.
14.42
El juez alude a las contradicciones entre los dos análisis forenses. Los redactores del primero asumen que «no compartimos los puntos de vista» y defienden el papel de la brida como arma del crimen , y no un objeto contundente. Los autores del segundo examen mantienen su versión, la de que pudo haberle roto el hueso con algo robusto.
14.34
El jurado pregunta . «Piden ejemplos de la fuerza que puede ser necesaria para romper el hioides». El forense responde que cualquier mano tendría que concentrar más de cinco kilos de fuerza en el punto para llegar a romper el hueso. El tribunal ciudadano también quiere saber si el pelo de Diana fue analizado en cuanto al ADN, a lo que les responden que el pelo estaba adherido todavía al cuerpo.
14.21
La defensa del acusado intenta deslegitimar la fórmula matemática para saber si en este caso ha habido violación.
14.17
El Chicle atiende al interrogatorio con un papel y un bolígrafo delante , aunque sin levantar la cabeza ni variar el gesto.
14.14
El juez le pide al forense que «no vuelva a tutear a la letrada» . «A mí no me molesta» dice la abogada del Chicle. «Pues por la cara que ha puesto me lo ha parecido...» le responde el juez. Se mantiene la tensión en esta declaración, por la importancia que tiene de cara a demostrarle al jurado si hubo violación o no. De ello depende la petición de prisión permanente revisable que pretenden las dos acusaciones.
14.11
«Soy profana en medicina» dice la abogada de la defensa. «Yo también en derecho, no se preocupe» le replica Pampín como muestra del tira y afloja en el que están enredados. El juez interviene para que el interrogatorio no siga por estos derroteros.
14.04
«¿Dice la verdad en el informe o la está diciendo ahora?» le espeta la abogada del Chicle al experto a propósito del dato externo sobre el edema en el área genital, que ha señalado en el juicio pero no en su informe. El juez le recrimina que «esto se merece una explicación». «No era mi intención ocultar nada» afirma el forense ante la insistencia del juez, que le afea que haya visto «una muestra de una posible agresión sexual» y no haya advertido de ello. Tensión en la sala por un elemento fundamental en la acusación por violación.
13.52
Turno de la acusación de la familia. Afirman que cuanto más alta es la víctima, más presión necesitan para fracturarle el hueso hioides, causa de la muerte. Diana medía 1,75. Los forenses indican que la brida, con las dimensiones que tenía en el cuello , «es un mecanismo letal» . Aporta otro dato reseñable: «Es esperable que haya desaparecido el semen de cuerpo después de tanto tiempo en el agua».
13.47
La fiscal entra con el tema de la postura que presentaban las piernas de Diana. Los expertos dicen que han visto algún caso con esta misma posición, pero suele ser «primaria». A nivel forense no le dan relevancia a esta postura del cuerpo , lo que complica la labor de las acusaciones a la hora de demostrar el móvil sexual.
13.43
Los datos demuestran que en un 30 por ciento de los casos de muerte tras violación hay estrangulamiento . Se trata de la primera vez que este teorema se aplica en un crimen en España. «A la vista de las variables de la escena del caso de Diana yo termino convencido de que la probabilidad es del 99,9 por ciento », indice el matemático, que expone que este método se explica ya «en primero de Medicina».
13.34
El equipo que está declarando trata de demostrar ante el jurado popular que el modelo matemático usado para deducir que hubo violación es fiable y tiene una base científica. Insisten en que arranca con una posibilidad del 1 por ciento. La primera variable que usan es que el cuerpo estaba oculto, por ejemplo, lo que ya eleva el porcentaje al 8 por ciento. Ponen sobre la mesa este ejemplo para mostrar cómo fue evolucionando su modelo matemático.
13.29
Pampín defiende el uso del teorema de Bayes , que se utiliza para el cálculo de probabilidades. El matemático a cargo del estudio toma la palabra para indicar que «a mí me preguntan sobre la probabilidad de que el móvil del crimen fuese sexual» . «Lo más complicado era conseguir una serie grande de datos de este tipo de homicidios, por lo que acudimos a la biografía científica».
13.24
«Partimos de una probabilidad del 1 por ciento, la más favorable al acusado» , anota el experto acerca de este informe, puesto en tela de juicio por la defensa por basarse en un modelo matemático y no en el cuerpo en sí.
13.20
El forense habla sobre el análisis matemático que proyectaron sobre el caso. Apunta a que se ha usado en el FBI y a que hay una serie de criterios para establecer los crímenes sexuales en función de la escena , que puede ser organizada o no organizada. Han comparado el caso Diana con otros crímenes del entorno sexual. «Nosotros no hemos entrado en si el cadáver estaba desnudo ni en el modus operandi. Partimos de que la persona es inocente », asegura sobre este informe.
13.13
El proceso de saponificación detuvo el tiempo en el caso de esta lesión, de la que habla el experto. Lo achaca a un acto sexual con violencia , primera referencia forense a una posible agresión sexual.
13.07
La fiscal y el presidente del tribunal inquieren a Jose Blanco Pampín , jefe de Patología Forense del Imelga, sobre el tiempo y la presión que se hubo de ejercer para estrangular a Diana. No se pudieron examinar la zonas genitales, pero sí detectaron «un edema en los labios mayores» en el reportaje de la Guardia Civil en la sala de autopsias. Pampín asume que «no lo dije porque me preguntaron por lesiones externas o de continuidad».
12.52
Se reanuda la sesión con la intervención del segundo equipo de forenses.
12.22
El presidente del tribunal ordena el primer receso de la mañana, antes de que testifique el segundo equipo de forenses.
12.20
«La posición de las piernas es fruto de la tensión de los materiales que conforman el cuerpo; si se va hinchando de agua, si los músculos están suficientemente tensos, se hinchan». Descartan que la forma en que aparecieron tenga conexión con cualquier eventualidad que hubiera podido suceder antes de ser arrojada al pozo .
12.19
Pregunta el presidente del tribunal por las cintas que aparecieron en el fondo del pozo, desprendidas del cuerpo. Los forenses coinciden en que las cintas pudieron estar en el cadáver y, al igual que la brida, ser lavadas por los 500 días dentro del pozo de agua .
12.17
La defensa pregunta por la posición de los bloques que ejercieron de lastre, porque los forenses interpretaron que había dos tipos, lo que llevaría a la teoría de que hubo un primer intento fallido, y posteriormente el que acabó por dejar el cuerpo dentro del pozo.
12.10
«No sabemos dónde estaba el cable [que estaba atado a los lastres] sino dónde se quedó, en la zona dorso-lumbar, quedó una marca. El cuerpo apareció de forma arqueada»
12.05
«¿Cuánta fuerza hace falta para desnucar a una joven de 18 años?», pregunta la abogada. «Pues unas 15 o 20 veces la de un ser humano, pero no lo tengo calculado», responde Serrulla.
12.04
Un día más, Fernanda Álvarez ha conseguido poner a la defensiva a los declarantes . «La abogada está jugando a...» empezó a decir un forense; «no estoy jugando a nada, un poco más de rigor», replica la letrada con su severidad habitual.
12.01
Hay una discusión entre la defensa y los forenses acerca de qué vértebras cervicales aparecen en una serie de imágenes de la autopsia. «Lo que le puedo decir seguro es que esto no va a aportar nada», espeta uno de los forenses a la abogada, que llevaba varios minutos dando vueltas alrededor de una posible dislocación vertebral, probablemente para cuestionar el origen de la lesión mortal.
11.54
«La dislocación de las vértebras no tiene nada que ver con que el cadáver apareciera con los ojos abiertos»
11.53
El presidente del tribunal no ha permitido que los forenses aportaran el informe derivado de la prueba efectuada con el cordero . No es el momento procesal oportuno para incorporar nuevas pruebas.
11.49
«Debatiendo sobre este aspecto, hicimos una prueba experimental en el cuello de un cordero», desvela Serrulla , «el experimento nos dio como resoltado un éxito parcial, y que las apófisis espinosas se podían romper. Sometimos el cuello a una brida de características muy similars, y provocamos movimientos de flexoextension forzada del cuello con la brida puesta. El resultado es una mínima lesión, sin embargo en la imagen al microscopio se ve que hay un fragmento de la apófisis espinosa desprendida». «¿Usted está comparando un cordero con un ser humano?», pregunta la defensa; «es que con humanos no se puede hacer», replica Serrulla.
11.45
«La brida tiene un papel muy importante en la causa de esta lesión» , afirma Serrulla, y el presidente del tribunal pide que amplíe esta declaración. La clave estaría en los daños que se produjeron en los ligamentos cervicales encontrados en el cadáver.
11.43
¿La fractura del hioides demuestra que hubo intención de matar?, pregunta la abogada. «A eso no podemos contestar. Si mantiene la presión durante el tiempo suficiente, puede morir una persona porque obstruye las vías respiratorias o la presión cerebral. Es posible que se rompa el hioides sin estrangular»
11.41
«En medicina no existe el 100%. Pero el doctor Serrulla ya contestó que el tipo de fractura es mucho más compatible con que la lesión [del hioides] sea de anterior a posterior y no lateral». La defensa regresa a la lesión que pudo provocar la muerte.
11.38
La defensa se interesa por la aparición de ADN de Diana en su ropa interior y no de un tercero. «Es decir, que la humedad del pozo no borra el ADN», apostilla. «Bueno, sí», corrige el forense. «En un cadáver pueden aparecer quince millones de gramos de ADN de mujer y un gramo de ADN de varón», explica Serrulla, «pero eso que se lo expliquen mejor los genetistas».
11.31
Los forenses regresan a su explicación anterior sobre la ausencia de hematomas o desgarros en las zonas genitales. La defensa quiere explotar esta idea para descartar la violación. Pero los expertos lo dejaron claro previamente: el cadáver no conservaba su parte superficial y por tanto eso no se pudo determinar.
11.27
«La brida estuvo suelta mientras el cuello se estuvo reduciendo. Y además estuvo sometida a 500 días de lavado en el agua del pozo». Por es no había ADN, explican los forenses.
11.26
«La brida no estuvo 500 días en el cuello, sino 500 días en el agua. En el cuello estuvo bastantes menos días. El cuello estaba muy degradado, sólo quedaban las vértebras», manifiesta Serrulla. Es su respuesta a la pregunta de la abogada sobre si en el presunto arma homicida no había restos de ADN.
11.23
«Una brida puede matar una vaca»
11.21
La defensa introduce otro elemento de duda: la medición exacta de la brida. «¿Qué importa que midiera 70 o 75? Lo importante es que era una brida, que estaba en una posición determinada y que su circunferencia tuviera un diámetro de 9 centímetros. Si el resto medía más o menos no es relevante». «Yo le puedo decir seguro que el diámetro era de 9 centímetros, y el espesor sería de medio centímetro, aunque no lo medimos. Cuanto más estrecha es más lesiva porque entra más en la piel, pero la compresión es la misma»
11.20
«Medimos la brida en la sala de autopsias después de retirarla del cabello. Era una brida de un solo uso, como la mayoría»
11.14
«¿Cuando apareció la brida se avisó al juez y a la secretaria judicial?», inquiere la abogada. «No lo sé», responde el forense , «los protocolos de justicia de papeles y formalismos muchas veces chocan con la realidad. Un levantamiento de este tipo pasa eso. En esa nave había mucha gente trabajando. Hay que coordinar a mucha gente para que todo salga bien, y aunque obviamente el número uno de quien está allí es su señoría y la letrada de la administración de justicia, es imposible. Hay tanta gente trabajando y tantas cosas ocurriendo, la mejor letrada es imposible que sea capaz de tomar nota de todo lo que ocurre allí. El acta es algo esencial y parece que si no está ahí no ocurre». «Entonces, ¿el arma homicida no aparece en el acta?», repregunta la defensa. «Lo más importante del levantamiento es recoger cosas sin tocarlas demasiado para después poder estudiarlas bien en la sala. En ese momento no estábamos preparados para decir que esa era el arma homicida. Me hubiera gustado hacer más fotos en el levantamiento pero no dábamos abasto».
11.06
«¿Dónde estaba la brida?», pregunta la defensa a los forenses mientras se reproduce un vídeo del levantamiento del cadáver. «¿Estaba todo el pelo dentro de la brida?», vuelve a insistir. «Yo no entiendo su pregunta», la interrumpe el presidente del tribunal.
11.01
«En ninguna de las fotos que hemos visto el cuero cabelludo estaba desprendido» del cadáver, mantiene Fernández. Ahora hay un constraste entre imágenes. «Separamos el cuero cabelludo del cráneo en la sala de autopsias para su estudio» .
10.59
La fiscal interrumpe: en el vídeo que presentaron los forenses se ve el estado del cadáver mejor que en una fotos que la defensa insiste que se le muestren al cadáver. Pero Fernanda Álvarez no cede, quiere que el jurado examine las imágenes. Todo gira alrededor de esa estrategia: probar que trozos de cuero cabelludo se colocaron de manera artificial, algo que avalaría la teoría de que estaba dentro de la brida, y así sostener que esta fue el arma homicida
10.55
«¿Ustedes pusieron la mata de pelo detrás del craneo?» , pregunta la defensa por una posible manipulación del cadáver una vez fue extraido del pozo. «Nosotros no colocamos nada», replica el forense , «el trabajo forense consiste en analizar hechos, procesarlos y decir lo que hay. Por lo tanto, nosotros recogemos las cosas como están. Bien es cierto que pudimos haber buscado la forma de hacer una foto más clara visualmente, pero había una región de cuero cabelludo en la sección occipital»
10.52
«Por muchas fotos que se hagan en una autopsia, siempre falta una. Aquí falta esa», la del estado de recuperación del cuerpo tal y como salió del pozo. «Nos habría ahorrado alguna discusión», admite Fernández. La defensa se aferra a esto para cuestionar que la autopsia se realizara sobre el cuerpo sin adulterar, y que una parte de los daños hubieran sido causados a posteriori.
10.51
«Dentro de la brida había una inmensa mayoría del pelo, pero no el cien por cien. No calculamos la proporción»
10.49
La defensa pregunta si las muñecas son articulaciones frágiles y se podrían haber desprendido por golpearse «con las paredes del pozo en la subida del cadáver». «No, no son especialmente frágiles», responde el forense, «es esperable que esté más afectado la punta del dedo que la base, se descomponen de fuera hacia adentro. ¿Que las manos se hubieran amputado por estar dañadas? ¿Sabemos seguro de que por haberse desprendido estaban lesionadas? No lo sabemos, pero encaja . No estamos seguros porque no lo hemos visto». La abogada intenta desvincular la desmembración de las manos del hecho de que el cadáver pudiera estar maniatado. Es importante este elemento, porque no encajaría con la versión del homicidio imprudente.
10.44
El forense afirma que no emergió en el pozo cuero cabelludo del cadáver una vez que fue extraído del mismo y sí trozos de piel. La defensa pide que se reproduzca una grabación en la que una de las forenses afirma que sí emergió cuero cabelludo. «Vale, pues sí había cuero cabelludo. No tiene especial relevancia», replica Fernández a la defensa.
10.42
«Lo que es seguro es que el agente [que bajó al pozo] no traumatizó el cadáver. El buzo me dijo que el cuerpo estaba entero. Pero si usted me pregunta si yo lo vi, no se lo puedo asegurar porque yo no estaba en el pozo». Responde el doctor Fernández. La defensa ataca la posibilidad de que en la recuperación del cadáver este se dañara y por tanto, las conclusiones que de él se extrajeran pudieran estar viciadas.
10.41
Esta es la reconstrucción de la brida hallada en el pozo, y supuesta arma del crimen. Se ha mostrado al jurado.
10.39
«El cuerpo estaba dentro del pozo, se introdujo una cámara. No se ve bien el tema de la cabeza ni las manos. La cámara se introdujo para ver si estaba dentro. Posteriormente se introdujo un GEAS para sacarlo. De hecho, la sorpresa cuando llegó arriba [el cadáver] fue no ver el cráneo. El agente dijo que estaba completo y tuvo que bajar a buscarlo. Yo no tengo la certeza completa de que el cuerpo estuviera completo porque yo no estuve dentro del pozo. Ahora, el hecho de que estuviera la cabeza articulada y que al tocar el cuerpo se hubiera desprendido, no sorprende. Con soplarle se hubiera desprendido por el estado de descomposición que tenía »
10.38
Turno de la defensa.
10.36
« Es muy difícil, muy complejo, romper el hioides de manera accidental. Para romperlo hay que realizar una compresión muy completa , o bien de adelante atrás, o bien con los dos dedos apretando. Si ponemos los dedos encima de la nuez, esa cosa dura es el hioides. En alguien tan joven, ese hueso es más flexible. En este caso, habría que realizar presión de adelante a atrás, no valdrían los dedos. Lo normal es que este tipo de fracturas tengan un origen criminal»
10.36
Interroga la acusación particular.
10.32
«La fractura del hioides no era normal, de origen posmortal. Tenía un patrón concreto . No podemos decir si se produjo en el momento de la muerte, en antropología decimos que es momento perimortal, es decir, alrededor de la muerte. Es altamente probable que esa fractura se produjo en vida. No lo sabemos con certeza. La hipótesis más probable es que esa fractura se hubiera producido en un momento próximo a la muerte»
10.30
«El hueso hioides apareció entre restos de saponificación, solo unos fragmentos porque no pudimos recuperarlo completo. El hioides tiene forma de C, recuperamos una parte central y el asta izquierda. Es muy posible que 500 días en el fondo del pozo, huesos tan menudos como este, se haya pulverizado». «Se perdieron varias falanges, también pudo perderse así el hioides». Tras el segundo cribado del fango del pozo, tras su drenaje, «apareció incluso una bola de piercing»
10.28
La fiscal pregunta al doctor Serrulla. «Durante la autopsia se procedió a la retirada de las partes blandas para el análisis de todos los huesos. Estudiamos todos los huesos, los que aparecieron en el fondo y los de Diana. Queríamos comprobar o excluir que contuvieran lesiones». Serrulla se presenta como «patólogo forense, hago autopsias, pero una parte de mi trabajo es hacer antropología forense, estudio de los cadáveres en mal estado, que están en descomposición, y de los restos óseos»
10.25
¿Si hubiera habido señales de resistencia se habrían detectado en el cuerpo?, pregunta el presidente del tribunal, ¿el cuerpo habría permitido detectarlo? «Si hubiera habido un gran desgarro, lo habríamos visto. En un adulto y una niña sí se detecta. Entre adultos solo hay desgarros sutiles, si los hay, incluso siendo una víctima viva . En estas circunstancias, equimosis, desgarros pequeñitos, no se habrían detectado»
10.24
«Las posibilidades de encontrar ADN eran ínfimas. Haberlo encontrado habría sido un milagro»
10.21
«Con la salvedad de los efectos de la saponificación, hicimos la autopsia genital. Se extrae en bloque la sección y se va diseccionando por planos para estudiar todos los músculos, desgarros, infiltrados o cualquier cosa que nos invite a pensar en una lesión. No lo hallamos. No hallamos restos genéticos, lo que no significa nada. Si hallamos algo, tenemos que pensar en algo. No hallarlo no excluye nada, porque las agresiones sexuales son de índole variada, las hay de uso de mucha fuerza y otras no, hay mujeres que al ser violadas adoptan una postura de lucha activa y otras no para minimizar lesiones y salir adelante. No sabemos la actitud que adoptó la joven». La violación «no se confirma pero no se excluye»
10.20
«Los adobes que lastraron el cuerpo eran tremendos. Habrían lastrado tres cuerpos»
10.17
El forense reitera la versión dada por la entomóloga en una sesión anterior del juicio: el hecho de que aparecieran pupas de mosca con su ciclo vital completado, las zonas en las que se desarrollaron debieron estar al menos veinte días en superficie. Las hipótesis posibles son que hubiera un primer lastre, se soltara y el acusado regresara días más tarde para comprobarlo y añadir nuevo lastre; o que introdujera el cadáver en el pozo sin lastre y días más tarde lo hubiera lastrado. «Si lo llega a lastrar el primer día, no hubieran aparecido las moscas» .
10.14
«Es posible que el cuerpo rotase dentro del pozo». Abuín dijo en la reconstrucción «que la sentó en el borde de la tapa, la lastró y la hundió».
10.13
«No hallamos hematomas en el cuerpo, pero tampoco es esperable. La saponificación es un fenómeno de conservación cadavérica en el que la grasa se convierte en jabón. La grasa está en las capas medias y profundas de la piel, por lo que las capas superficiales se desprenden y no se conservan. Los hematomas leves no los veríamos porque al desprenderse la piel los perderíamos. La chica tenía un tatuaje y no lo vimos porque se desprendió »
10.11
El forense ve compatible los daños en las muñecas con las cintas que aparecieron en el pozo. Es decir, la joven habría sido maniatada.
10.09
«Pensar que en un cuerpo un área está más dañado que el área de al lado, tiene que invitar a pensar en que efectivamente estaba dañada. Lo que vimos que estaba mucho peor conservado era cabeza, cuello y tórax, y relativamente bien conservado para las circunstancias en que estábamos de diafragma hacia abajo»
10.07
«Uno pierde la consciencia en 20-30 segundos, que fue lo que él dijo que había apretado. Ahí queda inconsciente y se puede hacer con la persona lo que se considere. Para morir necesita varios minutos de compresión, mínimo cinco. Depende de la juventud y del grado de compresión».
10.04
«Al menos una buena parte del pelo estaba dentro de la brida. Si no, se habría desprendido y aparecido en el fondo del pozo»
10.02
El forense manifiesta que se respetó la cadena de custodia con la brida encontrada en el pozo. Es importante este elemento porque la defensa, en una de sus estrategias, busca cuestionar que fuese el arma homicida y sembrar la duda sobre cómo llegó al laboratorio forense.
10.01
«La causa más probable de la muerte, con mucho, es la asfixia con una brida» .
10.00
Tras la presentación, comienzan las preguntas de las partes con la fiscalía.
9.56
El relato que está haciendo el forense está avalando la versión de que la brida sí fue el arma homicida; las lesiones detectadas así lo demostraría.
9.54
«El tórax no estaba conservado, aunque sí el corazón, el abdomen sí se conservó mejor»
9.54
«La brida tenía nueve centímetros de diámetro» (es decir, la parte que en teoría estaba colocada alrededor del cuello de la joven) y «cuarenta y cinco centímetros desde el nudo hasta el extremo»
9.52
Abuín evita mirar la pantalla en la que se está mostrando la recuperación del cadáver.
9.51
«No había ninguna lesión en las piernas», afirma el forense , «porque se había hablado de alguna especie de atropello». Fue la primera versión que dio el Chicle y que duró hasta que trascendieron los primeros detalles forenses.
9.50
«Vaciamos el pozo y recuperamos los fragmentos que pudimos recuperar». Se están refiriendo al cadáver.
9.49
«El pozo tenia 1,14 metros de ancho y 10 metros de profundidad» . El relato lo está proporcionando el forense Fernández.
9.45
Se está mostrando un vídeo sólo para el jurado y las partes con el momento de la recuperación del cadáver.
9.44
Comparecen en primer lugar Fernando Serrulla, Alberto Fernández y Einés Monteagudo.
9.43
Arranca la octava sesión del juicio. Es el turno de los forenses, que declararán en tres turnos: los que participaron en el levantamiento del cadáver, los que realizaron la autopsia y los responsables del último informe probabilístico que sostiene que hubo violación.