Desescalada Galicia
Sanidade pide que el aforo en las playas se calcule según las mareas
Los bañistas vuelven a los arenales, con termómetros altos en toda la Comunidad
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La última hora de la desescalada en Galicia
No es lo mismo llegar a una playa y que la marea esté baja, que que esté alta. El espacio para colocar la toalla nunca será el mismo y eso es lo que el conselleiro de Sanidade trasladó al Gobierno central como rasgo a tener en cuenta en el cómputo del aforo de los arenales. En una carta remitida al ministro de Sanidad, Jesús Vázquez Almuíña pide que se puedan establecer dos aforos en las playas en función de la bajamar y la pleamar. O lo que es lo mismo, uno para la marea baja y otro para la marea alta. La norma del Ministerio estipula que el aforo se contabilice para que cada bañista disponga de, al menos, cuatro metros cuadrados . «Para hacer este cálculo, hay que descontar de la superficie útil de la playa, como mínimo, una franja de seis metros a contar desde la orilla de la pleamar», explican desde el departamento de Sanidade.
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Según plantea su titular, esta restricción «impediría el uso de muchos de los arenales gallegos». La « solución » que propone Almuíña para calcular el aforo en bajamar «pasa por descontar de la superficie útil de la playa una franja de cuatro metros desde la línea de bajamar». Mientras, puntualiza la Xunta , «en pleamar habría que descontar de la superficie útil una franja de un metro desde la línea de pleamar». Pendientes de que el Gobierno central atienda la petición de Galicia, donde las oscilaciones son muy extremas en función del arenal, los concellos trabajan para acondicionar las playas ante la inminente llegada de los bañistas. Ayer, primer día en el que la zambullida estaba permitida , la mayoría de los ayuntamiento controlaron que se cumpliese con la distancia social estipulada, sin mayores inconvenientes. Tras una reunión con el Ejecutivo autonómico descartaron la cita previa telemática como sistema de control, pero trabajan en otros métodos que sean efectivos de cara a la temporada estival.
Drones para el control
En el caso de Ribeira , estudian utilizar drones para vigilar el minuto a minuto de los accesos a cada arenal. La misma medida estudian en Sanxenxo , con una de las playas más concurridas de la Comunidad en los meses de verano. Se trata de espacios urbanos, los que más dificultades plantean de cara a implementar la distancia social a la que obliga la crisis del coronavirus. Diferente situación es la de la inmensa mayoría de los arenales de la Comunidad —Galicia suma cerca de un millar de playas entre urbanas, salvajes y pequeñas calas— que por sus dimensiones o por su afluencia habitual no se enfrentarán a este problema. «El 99,9 por ciento de las playas gallegas », asumió el propio presidente de la Xunta el pasado fin de semana, no necesitarán poner en marcha mecanismos de limitación.
Por el momento, todos los arenales están ya abiertos al baño con unas temperaturas que en todos los puntos de la Comunidad rozaron los 23 grados , llegando en algunos como Vigo a la barrera de los 30. Para los próximos días se espera más calor y más vigilancia para mantener estos lugares de dispersión libres de infecciones.