Galicia
Derrumbe en As Catedrais: «El aforo debería ser de 800 personas y prohibirse la entrada a las cuevas»
Los expertos alertan de que «la dinámica en estos acantilados es peligrosa y no avisa»
![Despredimiento de piedras en la playa lucense de As Catedrais](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2020/12/02/catedrais-krkF--1248x698@abc.jpg)
Los arcos que definen la playa de As Catedrais tardaron siglos en labrarse. La erosión del agua, la lluvia y el viento dibujaron el perfil que hoy conocemos, y esos mismos fenómenos acabarán con él . Lo afirma el geógrafo físico Augusto Pérez Alberti, que ante el gran derrumbamiento de piedras del pasado lunes pone el foco sobre lo «imprevisible» en la evolución de este monumento natural. Según este experto de la USC, el futuro de uno de los arenales más famosos y fotografiados del mundo está escrito: «Lo mismo que formó los arcos los va a tirar, es una ley natural» . Pero entre tanto, y teniendo presente que estas transformaciones se dilatan a lo largo de miles de años, Alberti avisa del riesgo de transitar sin precaución por un paraje natural con una dinámica tan activa como la de esta playa lucense. « El problema de As Catedrais no es que caiga. Cayó y caerá siempre . El problema es el número de visitantes y el tipo de visita» indica el geógrafo.
En su opinión, el límite de 4.812 personas establecido para los períodos de mayor afluencia de turistas es «una barbaridad». « Yo lo pondría en 800, y aún así ya me parece mucho . Hay que evitar que la gente entre en las cuevas porque además de los problemas de desprendimientos, como ocurrió con el arco, hay riesgo de colapsos en el interior, se puede hundir el techo y eso no avisa». El consejo para equilibrar el interés turístico, con la seguridad de los visitantes y el mantenimiento del monumento pasa, receta Alberti, por instalar grandes paneles informativos que indiquen claramente los riesgos que el acantilado representa, por controlar las visitas con un itinerario con guía y por tomar la obligada foto, «pero desde lejos».
«Nadie te puede garantizar que no te caiga una piedra . Son necesarios guías que acompañen y enseñen la zona a distancia. A veces se llena la cueva de gente y eso es muy peligroso. Tiene que haber indicaciones para que la gente no entre en las cuevas y estén atentos a posibles ruidos para salir corriendo, porque estos desprendimientos no avisan. Sabemos que después de periodos de lluvia hay miles de movimientos de masas en la costa , en la gallega es muy frecuente. Pero ojo, igual llueve, se prepara un tiempo y pasado ese período es cuando cae. No tiene que ser inmediato», aclara el geógrafo gallego.
Otra de las opciones para limitar los riesgos sería hacer el recorrido por la playa con casco, aunque en caso de un colapso importante no sería suficiente. «Se podría llevar casco, pero si se te cae encima un arco no te libras. Lo mejor es no entrar», comenta Alberti, que no pasa por alto la muerte de una joven en la Semana Santa de 2018 por el desplome de una piedra de una de las cuevas. «Igual ni con casco se hubiese salvado . Pensemos que si lo que se desprende es una piedra de cincuenta kilos, y en función de la altura... por eso lo mejor es verlo desde la distancia».
Otra de las recomendaciones a tener en cuenta se refiere al paseo por la parte superior de los acantilados. «Una ruleta rusa» según resume el experto, que conoce bien la respuesta de este tipo de piedra metamórfica, muy tendente a las fracturas y las grietas y que se inunda con facilidad. Su composición provocará que el mar se llevé buena parte de las que se precipitaron a la arena tras el derrumbe del pasado lunes, y que muchas de las que queden acaben enterradas o deshechas por el efecto del agua, porque «el mar tiene una fuerza bestial y en cuanto vengan los temporales lo irá redistribuyendo todo» . De nuevo, el mar, y solo él, decidirá sobre la cambiante instantánea de esta joya natural.
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