Carlos Príncipe - Análisis
El decisivo papel de Feijóo
La promesa de crear el área metropolitana iba en todos los programas socialistas desde 1995, y estaba en la declaración de la Constitución de la Mancomunidad de Vigo en 1992
Si no hubiera un presidente llamado Alberto Núñez Feijóo, vecino de Vigo, sin importar el partido al que pertenezca, Vigo no habría tenido área metropolitana. Era el verano de 2006 cuando con Touriño al frente de la Presidencia de la Xunta bipartita de PSOE y BNG, nacido en Vigo y socialista revenido del PC, los socialistas vigueses vimos como el 18 de julio se suspendía sine die la celebración de una asamblea local en que se iba a aprobar un texto de proyecto de área metropolitana, redactado por un equipo de la agrupación socialista local durante mas de dos años.
La promesa de crear el área metropolitana iba en todos los programas socialistas desde 1995, y estaba en la declaración de la Constitución de la Mancomunidad de Vigo en 1992. Entremedias, Touriño había prometido no solo el área metropolitana, sino incluso traer la Consellería del Mar a Vigo. Eran tiempos de elecciones y las promesas se quedaron en el olvido. Aquel proyecto daba paso a una propuesta de consorcio de servicios —así lo afirmó el entonces conselleiro José Luis Méndez Romeu— o incluso el chiringuito de los del sur. Mientras, Caballero callaba. Calló incluso después como alcalde cuando terminó la legislatura sin área metropolitana, sin consellería, sin hospital y sin depuradora.
En esos tiempos de poder omnímodo del aparato —los socialistas gobernaban en la alcaldía viguesa, la Xunta y el Gobierno central— fuimos otros los que decidimos no callar y poner en marcha una iniciativa legislativa popular con el mismo texto que habíamos redactado en el seno del PSOE vigués, avalada por más de las 15.000 firmas que se recogieron gracias a la colaboración de la Federación de Vecinos Eduardo Chao. El ya alcalde Caballero descalificó la iniciativa y ninguno de sus concejales ni cargo del PSOE la firmó. Pese a todo, pese al PSOE, a Touriño y a Caballero, finalmente entró en el Parlamento en el verano de 2008.
Y con quien tuvimos que hablar antes de la recogida de firmas y después, aquellos que queríamos área metropolitana, fue con el señor Núñez Feijóo, en aquel momento líder de la oposición y al que se le auguraba una brillante derrota en las siguientes autonómicas.
El señor Feijóo entendió que el área metropolitana, la depuradora, el hospital […] eran una deuda contraída con Vigo, la ciudad que había elegido para vivir cuando todavía era un desconocido letrado de la Administración autonómica. Feijóo vivía en Vigo y sentía lo que pasaba en la ciudad, por eso echó una mano con las firmas y sacó adelante por dos veces un texto que había sido parido y después desechado en la sede socialista del barrio del Calvario. Por cierto que en ese texto que Feijóo apoyó desde el primer día se hacía constar que Vigo tendría los servicios administrativos de una capital de provincia. Ahí están los archivos del Parlamento con la iniciativa legislativa popular y el texto que el aparato socialista impidió votar aquel 18 de julio de 2006 en base a una aplicación torticera de los estatutos del PSOE.
La conclusión es inequívoca. Sin Feijóo en la Xunta hoy estaríamos sin área metropolitana. Miren a Touriño y el silencio de Caballero ante el olvido.
Carlos Príncipe fue alcalde de Vigo entre 1991 y 1995
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