Servicios y despoblación
Cuarenta y un concellos sin banco dejan sin oficina al 1,9% de la población gallega
La Comunidad perdió cerca de un millar de sucursales de entidades bancarias desde el año 2008
«Teníamos tres bancos y ya no queda ninguna oficina; las personas tienen que desplazarse a 20 kilómetros para hacer sus gestiones, y sin una línea regular de autobús». Francisco Rodríguez, alcalde de Chandrexa de Queixa, en el Macizo Central orensano, situaba recientemente en conversación con ABC la ausencia de sucursales bancarias en el ayuntamiento como uno más de los hándicaps que atraviesan los municipios golpeados por la despoblación . Pero Chandrexa no es el único caso. En total, en la Comunidad gallega se contabilizan 41 ayuntamientos (el 13% del total) en los que ya no existe ninguna oficina física de entidades financieras , lo que se traduce en un 1,9% de la población sin acceso a servicios bancarios cara a cara. En el conjunto estatal, según datos de un reciente informe del Banco de España recogidos por la agencia Efe, son 4.196 los ayuntamientos sin oficinas, el 52% de todos los que integran el mapa municipal. Según los datos actualizados, Castilla y León es la autonomía con una red de oficinas más débil, acumulando un 15,1% de población residente en 1.777 municipios sin acceso físico a servicios bancarios, seguida de Cantabria (10,4%, en 39 núcleos).
A finales de 2018, en el informe titulado «Cierre de oficinas bancarias y acceso al efectivo en España», el Banco de España ya dimensionaba el fenómeno, apuntando la pérdida de 17.873 oficinas de entidades de depósito desde 2008, un 39% menos. En ese momento, eran 4.109 los municipios españoles que carecían de oficina, afectando al 2,7% de la población, según recogía el documento, que indicaba, en todo caso, que «España sigue siendo uno de los países con un mayor número de oficinas por habitante» .
El trabajo incidía asimismo en que la cifra de población sin oficina bancaria «no implica necesariamente (...) una situación de exclusión financiera», en tanto que «se ha producido en los últimos años un aumento significativo tanto en la utilización de Internet como de la banca online (...) que ha permitido contrarrestar de alguna manera los efectos del cierre de oficinas», aunque, advertía, «es cierto que el uso de las facilidades online entraña cierta dificultad para determinados segmentos de la población, en particular las personas de avanzada edad, residentes en zonas rurales».
Descenso demográfico
Entre 2008 y diciembre de 2017, Galicia había perdido 917 oficinas , el 37% de las existentes antes de la crisis. El cierre, analizó el Banco de España, se focalizó en municipios de más de 10.000 habitantes, donde la concentración de sucursales y cajeros era inicialmente mayor. Pero el ajuste también se notó en municipios pequeños, en este caso por «el proceso de descenso demográfico en las zonas rurales en España».
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