ENTREVISTA
«Cuanto más peso tengan las renovables, tarde o temprano se verá en el precio de la factura»
Carlos Martí, portavoz de la plataforma Vientos de Futuro, asegura que el 39% de toda la energía que genera Galicia proviene ya de la eólica, que emplea a 5.000 personas
El experto en sostenibilidad Carlos Martí ha aceptado convertirse en la voz de la nueva plataforma cívica Vientos de Futuro. Fundada por la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Talento para la Sostenibilidad, la Fundación para la Investigación del Clima (FIC) y Nueva Economía e Innovación Social (NESI), tiene ámbito estatal, pero ha elegido Galicia para su presentación oficial. Durante los próximos meses, Martí tratará de divulgar la importancia de la energía eólica en el camino para reducir las emisiones de CO2 , responsables del cambio climático. El portavoz se muestra convencido de que las renovables son el futuro y espera que la sociedad entienda que ya no queda mucho tiempo para descarbonizar la economía.
¿La plataforma Vientos de Futuro surge ante los movimientos sociales que, en comunidades como Galicia, protestan por la instalación de parques eólicos?
Vientos de Futuro es un movimiento colaborativo y abierto a todas las voces posibles. Pretende reivindicar la importancia que tiene la energía eólica como una apuesta de futuro, promover y apoyar su desarrollo para avanzar en la transformación energética y abandonar los combustibles fósiles. Es una plataforma que lo que hace es combatir el cambio climático y las emisiones de CO2, dado que la energía eólica es una energía limpia, verde e ilimitada, que además se produce en el territorio, lo que quiere decir que también contribuye a reducir la dependencia energética de España, a reducir las importaciones de otros tipos de energías. El cambio climático ya no es una cuestión de que vaya a llegar, sino que ya está aquí.
¿Qué se está haciendo mal para que exista esa oposición?
Hay voces de todo tipo, nosotros lo que hacemos es sumar para generar y establecer una conversación con todo el mundo, incluyendo a la sociedad civil, a la ciudadanía, pero también por supuesto al mundo académico, científico, empresarial, de las instituciones públicas. Creo que hoy por hoy es indudable que las energías renovables son la solución a la transición energética y por ahí van todos los países. Hay consenso de que la eólica es necesaria para combatir el cambio climático.
En Galicia las quejas llegan porque en las tramitaciones de los parques no se respetan las leyes medioambientales o porque las planificaciones sectoriales se han quedado obsoletas y no se ajustan ya a aquellas.
España es el país con más biodiversidad de Europa, tenemos una riqueza que debemos preservar y conservar. Los parques eólicos que se construyen han pasado sus declaraciones de impacto ambiental, que son muy estrictas, están en plena sintonía con el territorio, los ecosistemas, la biodiversidad y la naturaleza. Todo es mejorable, pero creemos que lo importante es generar esa conversación, porque tenemos que avanzar todos juntos de la mano y hacerlo de la mejor manera posible. La energía eólica impacta en los territorios por el dinero que deja, y por los empleos que deja. Ahora mismo la eólica genera 30.000 puestos de trabajo en España y 5.000 en Galicia. Se calcula que de aquí a 2030 se duplique esta cantidad porque el objetivo del Estado español es pasar de los 28 gigavatios que hay actualmente instalados a 50, es prácticamente duplicarlos. La apuesta por la energía eólica es absoluta.
¿Cuánto supone en el consumo la eólica?
Es la principal fuente de energía actualmente. El 23% de la electricidad que consumimos en España proviene ya de la eólica. Este porcentaje va a aumentar año a año. De toda la capacidad que tiene Galicia, el 39% es eólica. Si hiciésemos una estimación del consumo en la comunidad cubriría el 55%.
¿En 2030 cuál es el objetivo de consumo?
El objetivo en España es que la eólica supere el 35% y que el conjunto de las energías renovables llegue al 74%.
Los precios de la factura eléctrica están actualmente en niveles sin precedentes. ¿Servirán las renovables para abaratarla?
Son cosas diferentes. Una cosa es el sistema tarifario, que ahora está teniendo importantes novedades y yo ahí no voy a entrar. Lo que sí voy a decir es que el plan de inversiones en energías renovables lo que dice, en sintonía con lo que nosotros queremos difundir, es que de aquí a 2030 podremos comprobar definitivamente que, a más renovables, más barata es la energía. Cuanto más peso tengan en el sistema eléctrico, tarde o temprano tendrán que influir en el precio. Esta es la visión del Estado español y de la UE. De lo que se trata es de tener un sistema energético limpio, verde, que la UE no dependa de las importaciones de los combustibles fósiles y también tener una energía barata. Esos son los grandes objetivos a 2030.
Y en 2050 el objetivo es la neutralidad climática.
Para 2030 la UE quiere reducir un 55% las emisiones de CO2, España tiene en sus objetivos un 23% porque es lo que le correspondería. Pero para 2050 el objetivo común es alcanzar la neutralidad climática. Eso no significa emisiones cero, sino que solo se emite el CO2 que los sumideros naturales, los bosques, son capaces de absorber. Es un objetivo muy ambicioso y todo el mundo tiene claro que el sistema eléctrico tiene que ser verde, limpio y basado en energías renovables en 2050 casi al 100%. Hay otros dos factores fundamentales. El petróleo acabará siendo sustituido por la electrificación del transporte y esa electricidad tendrá que salir de algún sitio y saldrá de las energías renovables. Por otro lado, el Gobierno español está apostando mucho por el hidrógeno verde. Acabará siendo el gran sustituto del gas para la calefacción de las casas.
¿Cree que se alcanzarán esos objetivos?
Creemos que sí. Una de las cosas que pretende la plataforma es demostrar que la energía eólica es perfectamente compatible con todas las actividades económicas locales y tradicionales: agricultura, ganadería, turismo rural, gestión forestal... En Vientos de Futuro confiamos en que se llegue a esas cifras, pero es muy importante hablar con la gente y convencerla de lo que realmente es importante y de lo que hay que hacer para llegar a esos objetivos. El primer objetivo es lanzar este mensaje para que conozcan mejor qué significa la transición energética y entiendan que no nos queda tiempo.