Alberto Varela - Crónicas Atlánticas
Costa sin empresas
Para echar a Ence de la ría, Pedro Sánchez vuelve a demostrar que el desarrollo económico de Galicia le importa bien poco
En medio de esta campaña electoral que estamos viviendo ha surgido un nuevo temor en Galicia: que la reforma de la Ley de Costas que propone el Gobierno acabe significando el cierre de cientos de empresas ubicadas en zona marítimo terrestre. La duración máxima de las concesiones va a ser de 75 años, lo que pone en peligro a decenas de cocederos de marisco, por ejemplo, o también a conserveras. Para echar a Ence Pedro Sánchez vuelve a demostrar que el desarrollo económico de nuestra Comunidad le importa bien poco. Quiere una Galicia sin empresas, una especie de parque para que paseen los madrileños en el que los gallegos vivamos del aire y la recolección .
Es increíble, además, el doble rasero que utilizan algunos partidos de izquierda cuando hablan de empleo. Se ponen detrás de la pancarta cuando amenaza con cerrar una empresa —Poligal o Alcoa— y a la vez exigen la eliminación de otras como las térmicas, o este nuevo caso de Ence y el resto de las que operan cerca del litoral.
Y no es que los puestos de trabajo estén por encima de cualquier otra cuestión. No puede ser que una fábrica se dedique a contaminar sin límites y que la riqueza que cree por un lado la destruya por otro, pero como en todo en la vida hay que buscar un equilibrio. A ver si vamos a acabar por dejar de producir pescado y marisco aquí y lo vamos a acabar comprando a otros países en los que no hay ni protección costera ni derechos laborales y en los que el medio ambiente es ciencia ficción.
El blindaje extremo de la costa que plantea el Ejecutivo socialista sólo se puede entender desde planteamientos ecologistas radicales que desconocen completamente la realidad de Galicia. Las rías no sólo son un espacio natural a preservar, sino también uno de los motores principales de crecimiento económico de la Comunidad.
¿Y qué dicen los socialistas gallegos? Pues ni está ni se les espera. Su campaña sigue girando alrededor del miedo a Vox para atacar al PP. La política es así de absurda.
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