Cultura

La costa norte de Galicia suena a música clásica

El festival de música clásica Bal y Gay celebra, casi contra todo pronóstico debido al covid, su séptima edición en A Mariña

Concierto de la edición de 2019 CEDIDA

Ántar Vidal

La música clásica siempre impuso mucho. Es habitual sentir que, si no se es un entendido en el género, se aprecia desde abajo, incluso con cierto complejo. Los fracs, las batutas que no dejan de subir y bajar, el gesto serio de los músicos y los cientos de años de historia de las partituras más importante s hacen que, en cierto modo, los no habituales en el género sientan cierto vértigo y respeto a la hora de enfrentarse a él.

Pero, una vez introducidos, no hay nada que temer: « No hacen falta capacidades extraordinarias para poder disfrutarla , es un género más», señala Alba Rodríguez, directora del Festival Bal y Gay. Este festival, que arranca este martes en A Mariña su séptima edición, tiene unos objetivos muy marcados.

Por un lado, está difundir la obra y transcendencia del compositor gallego Jesús Bal y Gay , uno de los más importantes músicos de la Comunidad en este género. Por otra parte, buscan, en palabras de Rodríguez, «democratizar la cultura», pues el acceso a la música clásica no lo tienen todos por igual.

Precisamente por esto último es por lo que se ha decidido realizar el festival en un lugar que, a primera vista, puede resultar extraño. A Mariña no se caracteriza precisamente por su fácil acceso , ni es el mayor foco turístico de Galicia, ni tampoco tiene una tradición musical que la caracterice. En resumen, esta zona de la esquina norte de Galicia «tiene muy pocas propuestas de clásica que no tienen ni la calidad ni la excelencia que nosotros ofrecemos», dice Rodríguez, y eso, el «público lo nota».

Pero no es sencillo luchar contra los clichés y prejuicios de la música clásica y lograr que lleguen al gran público. Para ello, la estrategia que escogieron en el Festival Bal y Gay es clara: precio asequible y mucha formación. De esta forma, el evento cuenta con «conferencias explicativas y participativas con ponientes invitados y así tratar temas concretos, conciertos didácticos para toda la familia» y, sobre todo, entradas que van desde los 3 euros a los 12 , para que «no haya barreras de poder adquisitivo». Además, este año también se proyectará un documental titulado «Dancing Beethoven», para ampliar la oferta formativa y de entretenimiento.

Es evidente que montar un festival de estas características, manteniendo la calidad y trayendo a una zona de Galicia como lo es A Mariña a artistas de renombre a nivel nacional e internacional no es fácil en absoluto, menos aún cuando las ayudas escasean. Lamentablemente, « la música clásica aún hay que lucharla mucho », dice Rodríguez, aunque sí reconoce que desde hace un par de años cuentan con más apoyos tanto de administraciones públicas como de patrocinadores. De todas formas, está convencida de que si Bal y Gay fuera «de música pop recibiría ayudas con más facilidad». En relación con otros eventos del estilo, tienen pocos recursos, por eso agradecen mucho «que los artistas hagan un hueco en sus agendas tan llenas para ir a tocar al Bal y Gay».

La meta la tienen clara: convertirse en un festival de referencia a nivel nacional y extenderse a otros lugares tanto de A Mariña como del resto de Lugo y convertirse en un destino de turismo cultural. «Queremos que la gente se identifique con el festival», dice Alba. Y todo esto manteniendo ese sentimiento de cercanía que les caracteriza, así como la intención formativa y los precios asequibles. Desde luego, van por el buen camino, aunque las dificultades no son pocas.

Por supuesto, una de ellas se dio en esta edición: el coronavirus obligó a modificar una programación ya cerrada desde el pasado noviembre y reducir aforos. Pero a pesar de todo siguen en pie. De todas formas, «desde hace meses teníamos claro que había que tener una opción B: un sistema de streaming para retransmitir en directo cinco de los conciertos de manera gratuita».

Además, otro factor que da una esencia especial al Festival Bal y Gay son las localizaciones en las que se celebran los conciertos. Rodríguez asegura que « es muy auténtico y mágico poder escuchar música clásica en la Catedral de Mondoñedo o en la Basílica de San Martiño», lugares que cuentan con una acústica fantástica. De hecho, los espectáculos serán en ocho espacios repartidos entre los concellos de Foz, Viveiro, Mondoñedo, Ribadeo, Trabada, Barreiros y Lourenzá.

Edición 2020

En esta peculiar edición, los organizadores trataron de «mantener mucha variedad». En el año en el que conmemoran el 250 aniversario de Beethoven habrá «un recital de piano, un concierto sinfónico, cuarteto de cuerda, un quinteto… Así intentamos mostrar una visión amplia de la música clásica», explica la directora.

Los artistas que forman el cartel son la Real Filharmonia de Galicia , Cuarteto Cosmos con Luis Cámara, Cuarteto Quiroga, Hot Chocolates,Juan Pérez Floristán, Ensemble Bal y Gay y Sponte Sua con Ana Vieira y Fernando Santiago. Así, además de la música clásica, los citados Hot Chocolate introducirán el jazz por vez primera en el festival.

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