Coronavirus Galicia

Feijóo da por superado el pico y perfila el diseño de la «nueva normalidad»

La Xunta aparca los hospitales de campaña, aunque con la cautela de que se retomen en caso de rebrote. El «potente» estudio epidemiológico avanzado por el presidente arrancará a finales de la próxima semana

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Última hora del coronavirus en Galicia

Feijóo, durante una comparecencia reciente en San Caetano DAVID CABEZÓN/XUNTA
Pablo Pazos

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Llegados al ecuador de abril, Galicia está en condiciones de echar la vista atrás y considerar que subió a lo más alto del Everest del coronavirus y, desde hace unos días, ya se encuentra en pleno descenso. Lo permitían intuir los datos de las últimas jornadas y lo verbalizó este miércoles Alberto Núñez Feijóo: « Podemos considerar que ese pico está superado; al menos, en esta fase ». El presidente de laXunta, habitual portador de malas noticias en las pasadas semanas, pudo esta vez ser heraldo de buenos augurios. A la luz de las indicaciones de los expertos del comité clínico, reunido este martes, «se desactiva la fase aguda de la crisis» del Covid-19, el denominado nivel 3, «volviendo a la fase 2 del plan de contingencia». La Xunta, apoyada en las valoraciones de los jefes de unidad del Sergas, da «por superada la curva de la crisis pandémica».

Los datos así lo constatan. Con respecto a la peor fase de afectación del coronavirus, la hospitalización ha descendido un 21%; la ocupación de las UCI, un 28%; y el ritmo diario de contagios, el descenso más llamativo, un 74%. De las palabras de Feijóo se desprende que el pico se registró entre el 3 y el 5 de abril . Aquel viernes las UCI marcaron su tope, con 178 pacientes, mientras que el domingo siguiente se alcanzó el techo de presión hospitalaria. En los días más crudos de contagios se rebasaban los 400 positivos diarios. Ahora Galicia vuelve a moverse en las cifras de hace 18-20 días.

Como tiene por costumbre, Feijóo atemperó cualquier atisbo de euforia e hizo hincapié en que «no podemos caer en triunfalismos ni en la autocomplacencia». «Estamos conteniendo la pandemia», sí, pero toca «seguir trabajando con el mismo rigor». «No podemos bajar la guardia», proclamó una vez más. Pero es evidente que las tornas han cambiado. Los datos son elocuentes y modifican, para bien, algunos planes de la Xunta. «Lo lógico es comunicar que los hospitales de campaña no se van a montar, por lo menos, en esta fase de la pandemia», desveló el presidente, quien celebró que no vayan a ser «necesarios, afortunadamente».

Eso sí: se dejan «sin efecto» tanto en La Coruña —«mucho más avanzado»— como en Santiago —«estaba planificado»—, pero hasta nuevo aviso, siempre con la precaución y cautela de que pudiera ser necesario reactivarlos si se produce un «rebrote en los próximos meses o a finales de año». Feijóo recordó que es « el deseo de todos que no lleguen a hacer falta nunca » pero remarcó que «teníamos que estar preparados». Y agradeció la implicación de firmas como Inditex, Estrella Galicia o Gadis, que colaboraron en la habilitación de estos centros hospitalarios de refuerzo que, por ahora, quedarán como testimonios de un escenario crítico que pudo darse pero se logró sortear.

«No será como antes»

Superado el pico, la Xunta sigue preparando la próxima fase, que consistirá en una « paulatina implantación de la nueva normalidad », en la que «muchas cosas no podrán volver a ser como antes», al menos hasta que se disponga de una vacuna «eficaz». Un nuevo escenario en el que abundan las incógnitas. El Gobierno sigue sin ofrecer un protocolo unificado de uso de mascarillas cuando concluya el confinamiento; en cualquier caso, el comité clínico gallego es «favorable» a que «se intente garantizar su suministro» a todas aquellas personas que, cuando se vaya normalizando el final de la reclusión y el regreso a los puestos de trabajo, quieran dotarse de esta medida de protección —para ellos y los demás— en su día a día.

Desde el mando único sigue sin ofrecerse tampoco una «fotografía real» de la pandemia por comunidades, con datos, por ejemplo, de la incidencia en las residencias, que permitan saber a los distintos Ejecutivos autonómicos a qué atenerse en función del comportamiento del virus en otros territorios. Y aún no es seguro que La Moncloa vaya a emprender un estudio epidemiológico. Feijóo confirmó ayer lo que ya se suponía desde hace 10 días. Galicia realizará el suyo a un «porcentaje considerable de la población» ; será una muestra «representativa» con «estimaciones fiables», un mapeo «potente» de la afectación del Covid-19. Permitirá conocer qué porcentaje de la población ha albergado «efectivamente» el patógeno en su organismo y, en consecuencias, cuántos gallegos se puedan dar ya por inmunizados. Si finalmente el Gobierno, como se barrunta, realiza su propio estudio, simplemente «arrojará más luz». La idea de la Xunta es lanzar el suyo a finales de la próxima semana y disponer de resultados en la primera decena de mayo.

Desescalada

Si se le suma la adquisición de 30.000 test de doble banda, con los que seguir rastreando posibles positivos, Galicia dispondrá de mejores herramientas para saber a qué atenerse en el nuevo escenario, de previsible desescalada en el confinamiento. El mandatario autonómico insistió desde San Caetano en que no le «parece descabellado que haya intensidades distintas» , no solo entre autonomías, sino incluso entre municipios. En ese camino de recuperación de una cierta normalidad, la propuesta de permitir que los niños salgan de casa de forma restringida y con un familiar «sigue en pie», pero no puede adoptarse «unilateralmente», sin luz verde del Gobierno, recordó Feijóo.

Más allá de lo sanitario y social, el presidente de la Xunta no dejó de hacer hincapié en que el futuro estará igualmente marcado por la peor recesión desde la Guerra Civil. Este mismo miércoles, por la tarde, se reunió por primera vez el comité de expertos que asesora al Gobierno gallego. Un sanedrín que medirá el impacto económico del estado de alarma, analizará posibles escenarios de salida de la crisis y evaluará el impacto de las medidas que ya ha ido alumbrando el Consello, al tiempo que dará pie a implementar nuevas decisiones.

Feijóo, como siempre, apeló a la cautela: «Fuimos capaces de doblegar la curva. Pero esto no es ningún mensaje de fin del problema . Es un mensaje de finalización de la fase aguda del problema en este momento». La batalla aún no ha terminado.

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