«Vais a dejar a mucha gente sin comer» y otros desacatos a «los maderos» durante la cuarentena

Casi una semana desde que el Gobierno decretara el estado de alarma a raíz de la crisis del coronavirus, y a pesar del despliegue de las fuerzas y cuerpos de seguridad, las infracciones se acumulan por decenas en Galicia en las últimas jornadas. La Policía recuerda que el incumplimiento de estas normas puede arrojar sanciones que van desde los 600 a los 30.000 euros de multa. Los casos más graves, en La Coruña. La Policía detuvo este miércoles, sobre las 21 horas, a un hombre de 32 años que se resistió ante la autoridad cuando se encontraba con su hermano bebiendo en un banco de la plaza de Madrid. El varón dijo estar «harto» de que le molestasen «los maderos», y cuando los agentes procedieron a su detención, intentó huir e incluso propinó un golpe contra uno de ellos.

El martes, fue un repartidor a domicilio el arrestado, acusado de desobediencia, amenazas y resistencia grave a la autoridad. La Policía Local informó de la detención de un varón de 27 años, tras percibir a cuatro repartidores congregados en la Plaza de Pontevedra. Personados los agentes en el lugar, el sujeto se resistió a cumplir con el requerimiento de disolver la reunión e incluso increpó a los policías con frases como «vais a dejar a mucha gente sin comer». Después de insultarles, golpearles e intentar huir, acabó en el calabozo a la espera de pasar a disposición judicial.

En Silleda (Pontevedra), la Policía Local identificó este martes a dos jóvenes de 20 años cuando estaban haciendo botellón en un lugar apartado de esta localidad , un enclave conocido como Fonte de Abaixo. Otras personas que se encontraban con ellos en ese lugar consiguieron escapar, mientras que los dos jóvenes fueron denunciados por reunirse en la vía pública y vulnerar así las restricciones decretadas en el estado de alarma, informan fuentes policiales a Ep.

Efectivos de la unidad territorial de la Policía de Barrio de Lugo instalaron este martes varios dispositivos fijos y móviles para velar por el cumplimiento de los límites a la movilidad e impedir la celebración de las actividades suspendidas. Gracias a estos aparatos de vigilancia, la Policía Local tramitó un total de diez actas de infracción.