Coronavirus Galicia
La tarjeta turística desborda expectativas y se agota en 12 horas
Al abrirse el plazo, la pasada medianoche, se alcanzó una demanda de 150 peticiones cada cinco minutos
Cuando, en la medianoche del martes al miércoles, se abrió el plazo para solicitar una tarjeta del bono turístico habilitado por la Xunta, se alcanzaron picos de 150 peticiones cada cinco minutos; o lo que es lo mismo, 30 por minuto, uno cada dos segundos. No es de extrañar que, 12 horas después, se hubieran expedido ya todas las disponibles y se colgara el cartal de «Agotado». Por la mañana la sede electrónica informaba de un tiempo de espera de hasta una hora. Los gallegos —pues la iniciativa, bajo el lema Quedamos en Galicia, estaba abierta únicamente a empadronados en la Comunidad— se lanzaron en tromba a acceder a estos descuentos, que funcionan con un reparto de 60-40: la Xunta aporta el 60% y el usuario, el 40% restante.
Y lo hicieron, además, apostando por la tarjeta de mayor importe, la de 500 euros (cuyos beneficiarios aportan 200), que coparon más del 82% de las solicitudes . Lo que evidencia las ganas de decantarse por productos turísticos de cierta duración, porque las cifras no engañan: los bonos de 375 euros concitaron el interés del 10,3% de solicitantes; y los de menor cuantía, los de 250, tan solo el 7,3%. Poco antes de que se cerrara el plazo, el vicepresidente primero y responsable del área de Turismo, Alfonso Rueda, cifraba en unas 12.000 las solicitudes que se habían recibido.
Ya antes de que las tarjetas se agotaran, Rueda reconocía que en San Caetano estaban « encantados de la respuesta, y seguro que los empresarios de hostelería de Galicia , que tan mal lo pasaron durante estos meses, también», añadía, en alusión a la pandemia de Covid. Desde la Xunta se pone el acento en que se trata de un esfuerzo común, un «producto diseñado entre todos», con iniciativa de Turismo De Galicia, en colaboración con el Clúster del ramo, y participación de las Diputaciones provinciales de La Coruña yOrense. En números, se pretende movilizar 6,8 millones de euros, mediante la participación de cerca de 700 establecimientos (un 24% más que en la primera convocatoria).
La demanda fue tal que obligó a la Xunta a duplicar la capacidad de la sede electrónica a lo largo de la madrugada del martes al miércoles; y, aún así, no fue posible evitar que se activara la servicio de espera; que, por otra parte, garantizó el «funcionamiento ininterrumpido de la sede electrónica a partir de la una», según se detalló desde Vicepresidencia.
«Empujón inicial»
Rueda quiso enviar su agradecimiento a todos los que habían solicitado el bono, porque «con esto están contribuyendo a echar una mano, cuando más lo necesita, al tejido turístico gallego.El turismo necesita este empujón inicial para volver a los lugares que ocupábamos antes de la pandemia, donde creo que iba muy bien. Este empujón, sin duda, y que venga de la propia tierra, de los gallegos, es fundamental y muy de agradecer », certificó el número dos de la Xunta.
Lo que buscan incentivar estas tarjetas es un consumo interno que sirva para comenzar a engrasar una maquinaria que ha estado parada, o a muy bajas revoluciones, durante el último año. Esto fue lo que ensalzó Rueda. Que los gallegos tienen unas «ganas de viajar» que «estaban contenidas» y que ha puesto de manifiesto el lanzamiento de la iniciativa Quedamos en Galicia. Ganas de «seguir conociendo y visitando» Galicia, de conocer sus «atractivos turísticos». En definitiva, tras más de trece meses de pandemia, ganas de«movernos, disfrutar poco a poco»a medida que se va «volviendo a la normalidad».
La «muestra», dijo, fue la fulgurante acogida que tuvieron las tarjetas desde el minuto en que pudieron demandarse. El vicepresidente hasta pidió disculpas por las esperas. Estos descuentos fomentarán, subrayó, que «los gallegos podamos disfrutar de las maravillas turísticas que tenemos » en la Comunidad. Y para el sector supone un espaldarazo muy necesario.