Coronavirus Galicia
«No la líes»: los hosteleros y la USC remarcan a los estudiantes que el ocio debe ser responsable
Piden cambiar las reuniones sociales a la tarde e ir a los bares, que cuentan con medidas
Ni las instituciones universitarias ni los hosteleros pueden controlar lo que hacen los universitarios fuera de sus recintos. Pero a ambos les va la vida en que no se produzcan rebrotes, y que el acatamiento de las medidas , del que la USC alabó su cumplimiento por parte de los estudiantes, se produzca también en los momentos de ocio y diversión. Entre ellos están los famosos jueves universitarios, que con el paso de los años, y sobre todo en las primeras semanas del curso, se han extendido a las noches de prácticamente toda la semana . Y más todavía en una ciudad en la que la mayoría del alumnado (la USC lo cifra en más o menos 15.000 de 27.000 los que no son de la capital gallega, por lo que presumiblemente la inmensa mayoría viven en la ciudad) es foráneo, por lo que cuentan con la libertad de vivir sin control paterno.
Para ello los hosteleros gallegos y la institución académica presentaron ayer una campaña, con el lema #Nonalies («No la líes»), para promover un ocio responsable, que la hostelería recordó que en sus establecimientos se cumple , ya que hay controles de aforo, mascarillas y distancia social, algo que no es frecuente en las fiestas en pisos, por ejemplo. El pasado jueves la Policía local acudió hasta a 28 avisos en Santiago. En la campaña, que incluye acciones como vídeos para redes sociales con presencia de estudiantes, otros miembros de la comunidad educativa, como Jorge Mira, profesor pero también conocido por su divulgación científica en la televisión, e «influencers», se trata de que cale en la mente que la distancia social o la mascarilla no pueden estar solo presentes a la hora de estudiar.
«De todos depende crear espacios seguros», insistió el director del Gabinete del Rector, Carlos Toural. Por eso esta iniciativa, en la que «contactan» con asociaciones como las de hostelería que también se encuentran a pie de calle en Compostela. «La responsabilidad de la USC termina en las puertas de los edificios, pero teníamos claro el compromiso con la sociedad compostelana, formamos parte de Compostela», señaló por su parte, el responsable Covid de la USC, Javier Ferreira, que recordó que es en fiestas, en botellones, en pisos donde se relajan esas medidas, por lo que alabó la mayor seguridad de los locales de hostelería.
«Es prácticamente imposible que pase nada en el espacio universitario», destacó por su parte el catedrático de la USC y coordinador de estudio sobre la incidencia del Covid, Jorge Mira, que alabó las medidas de seguridad que tienen lugares como las prácticas de laboratorio de su grado.
Ante esto, insisten, hay lugares donde el ocio, las cervezas, los cubatas, pueden ser seguros. A pesar de que el ocio nocturno esté cerrado y que los bares cierren a la una. «Nosotros aplicamos las normas», remarcó el directivo de la Asociación Hostelería Compostela, Sergio Fernández. «En todos los establecimientos hay un control exhaustivo», incidió la presidenta de la asociación, Sara Santos. ¿Cómo solucionar la incompatibilidad de reunirse, eminentemente, con alcohol encima de la mesa, y los horarios que provoca la pandemia en la hostelería? El denominado «tardeo». Sí, la pandemia también ha traído consigo peticiones inauditas, como que la universidad recomiende una franja horaria para quedar. «Hay que cambiar los husos», reivindicó Ferreira, que para resumir, pidió que se vaya por la tarde al bar a reunirse con amigos y que la noche sea de película y manta. También se reclamó que se viaje lo menos posible a ver a la familia, sobre todo, si se va a estar con personas vulnerables.
Ambas partes quisieron, para terminar, dejar una cosa clara: que si todo falla, se puede volver perfectamente a un confinamiento, en el que se acabará cualquier opción de ocio siempre que conlleve reunirse con otras personas. Así, creen que se debe «concienciar a los estudiantes que no se pueden relajar. El ocio es necesario, pero tiene que ser seguro. No nos podemos permitir ningún error, no podemos bajar la guardia», pidió Fernández. Un aumento de los contagios afectaría a las restricciones que ya pesan sobre la ciudad y también podría llevar a una mayor afectación a la hora de la presencialidad en la universidad, que solo tiene 14 casos entre su comunidad . Así que, ante todo, cabeza.
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