Centrales de la Costa da Morte
El comité de Ferroatlántica critica que la dirección insista en la venta
Medio millar de personas protestan en Cee contra el traspaso de las centrales
La pugna entre la dirección de Ferroatlántica y la plantilla por la supuesta operación de venta de las centrales hidroeléctricas en la Costa da Morte se sostendrá en el tiempo. El comité de empresa, que ayer efectuó la primera de las movilizaciones marcadas en su calendario, sospecha que la intención de la compañía de deshacerse de sus activos en las cuencas del río Xallas y Grande sigue ahí y no se detendrá , a pesar del respaldo llegado de la Xunta y de todas las fuerzas políticas con representación en el Parlamento. «Todos nos están ayudando pero la empresa no ceja en su empeño», afirma Alfonso Mouzo, portavoz del comité.
El proceso en estos momentos está en una meseta. Según el comité, representantes de Ferroatlántica mantuvieron una reunión con los grupos parlamentarios del PP y el PSdeG para comunicar su intención de acometer nuevas inversiones en los concellos de la comarca y renovar los planes industriales. «Aunque se sigue trabajando en la venta», asegura. «Nadie va a rechazar los planes industriales, como nunca hemos hecho en los 25 años que el señor Villar Mir lleva instalado aquí. Pueden hacer lo que quieran, pero no vamos a aceptar nada que pase por la venta de las centrales». Los sindicatos y el resto de la plantilla son conscientes de que habrá fases de desgaste, por eso han elaborado un calendario de manifestaciones y concentraciones para mantener el caudal de la reivindicación. Hasta final de mes, todos los viernes se convocarán movilizaciones en el concello de Cee, uno de los más afectados. Durante la pasada jornada, cerca de quinientas personas —cifradas por el comité— caminaron desde la factoría de Brens hasta la central ubicada en la cascada del Ézaro. Un recorrido simbólico para visibilizar el vínculo entre una y otra actividad de Ferroatlántica: energía y producción de ferroaleaciones.
«Hay inversores foráneos que están interesados en los paquetes eléctricos y en un movimiento especulativo para favorecer los intereses especulativos que Villar Mir tiene en otras empresas», explica Mouzo. Los trabajadores albergan la creencia de que la venta de los saltos hidroeléctricos encarecería sobremanera el precio de la electricidad que consumen las fábricas, por lo que el cierre de unas desembocaría en la sentencia de las otras. En total, casi cuatrocientos puestos de trabajo directos y un impacto al corazón económico de diez concellos.
Después de la reunión mantenida a finales del pasado noviembre con el conselleiro de Industria, Francisco Conde , la plantilla, aliviada, se llevó a casa el convencimiento de que el Gobierno gallego se opondría frontalmente a autorizar la segregación de las dos actividades de la empresa.
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