Comedores escolares de Santiago
Suspenso de los padres a Martiño Noriega
Las Anpas reprochan el «desprecio» del alcalde de Santiago hacia ellas en la gestión de la crisis de los comedores escolares, que no cambiarán de empresa
El curso escolar comenzó en Santiago con el servicio de comedores prorrogado. A finales de noviembre se iniciaba el proceso de contratación en el que las empresas que se postulaban terminaban renunciando. Una de ellas, Serunión, que en estos meses ha seguido encargándose de alimentar a los escolares compostelanos, también dijo «no». Pasó la Navidad y llego el «Entroido» y ahora Serunión ha dicho «sí» hasta final de curso de manera provisional. Un parche que da al Concello, gobernado por Compostela Aberta, margen para maniobrar hasta verano, aunque le obligará a rascarse el bolsillo y asumir un sobrecoste de 170.00 euros. La partida fue anunciada ayer por el alcalde, Martiño Noriega , antes de rubricar el contrato. Negó, además, que la concesión obedezca a motivos económicos.
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Con la crisis provisionalmente cerrada, a la espera de que el concejal de Educación comparezca en pleno la próxima semana y se aclaren las razones de la cascada de renuncias, la Federación Compostela de Anpas de Colegios Públicos decidió este miércoles hacer pública su decepción con la manera de proceder de Noriega durante este tiempo. La posición de rechazo en las formas y en el fondo es «unánime» .
En contra de las familias
En primer lugar, critican «el desprecio de la opinión de las familias usuarias que se dio en la finalización de este proceso de adjudicación», pues Compostela Aberta «invitó a participar en el mismo a un modelo de empresa que las familias afectadas de esta ciudad reiterada y públicamente rechazamos». Consideran « un error absoluto la utilización de un baremo exclusivamente económico [lo que choca con lo defendido por el regidor], en el que se puntuó exclusivamente el precio ofertado, dejando al margen la valoración de un proyecto educativo y un modelo de atención a nuestros hijos e hijas».
Lamentan, además, no tener «ningún tipo de garantías y sí muchas prevenciones» sobre que el servicio vaya a mejorar. A través de un comunicado. reclamaron una reunión con el alcalde para ponerse manos a la obra con el futuro de la concesión. Noriega insiste en que uno de calidad «implica un sobrecoste importante» y avisa de que suprimir el modelo de catering como quieren las Anpas «no es nada fácil».