Tribunales

Un clan familiar acepta 9 años de cárcel por tráfico de drogas

Los condenados, además de vender heroína en la calle, introducían hachís en la prisión de A Lama

Los acusados introducían drogas en la cárcel de A Lama EFE / Salvador Sas

Á. Vidal

Era prácticamente un negocio familiar que controlaba la matriarca del clan, Rosa María J. M. Ahora, las penas para estos traficantes de estupefacientes ascienden a los 9 años de cárcel por dos delitos de tráfico de drogas, según el acuerdo de conformidad y sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Pontevedra.

Rosa María J. M. comenzó a ser investigada en 2016 por vender heroína y cocaína en su propia casa, en el barrio vigués de A Doblada. No lo hacía sola: otro de los acusados, Martín C. G., recogía la droga en el domicilio y la repartía entre los clientes del clan. Además, también acompañaba a la matriarca en sus citas ante proveedores de heroína y cocaína, haciendo de catador de las drogas, recoge Ep.

En agosto de ese año, Rosa María fue detenida: la interceptaron, junto con su compinche, con casi 100 gramos de cocaína. Tras esto, lejos de abandonar el negocio, cambió su manera de actuar y echó mano de su hijo. Él, como si de un repartidor a domicilio se tratara, repartía las sustancias estupefacientes desplazándose de madrugada en moto.

Venta de hachís en A Lama

La mujer tenía problemas de deudas con proveedores, que dejaron de fiarle. De esto se dieron cuenta los investigadores tras la primera detención, en 2016, cuando le pincharon el teléfono. Comprobaron que la falta de confianza de los traficantes que le facilitaban la mercancía la había empujado a cambiar de droga: se pasó al hachís.

El objetivo era introducirlo en la cárcel de A Lama, donde su sobrino estaba cumpliendo condena. Este recibía las botellas con hachís durante las visitas y luego las vendía al resto de reclusos. Del mismo modo, con ayuda de familiares, vendió droga a una mujer que, a su vez, la entregó a su marido interno en A Lama, aprovechando los 'vis a vis'.

Los acusados han reconocido los hechos y han aceptado: Rosa María J.M., Martín C.G. y Enrique P.J (hijo de la primera), la pena de 2 años de cárcel y multa de 6.130 euros por un delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de drogas que causan grave daño a la salud.

El resto de acusados, Lorena B.R., Enrique P.R, Felipe D.J., y Félix J.G., han aceptado 9 meses de prisión y multas de 160 euros, excepto la mujer, a la que se le ha impuesto una multa de 200 euros. El tribunal ha aplicado a los siete acusados la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas y, en el caso de la matriarca del grupo, la agravante de reincidencia.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación