Las ciudades cierran el grifo

Se reducen los baldeos innecesario en las calles, el riego en jardines y se controla el suministro a las fuentes públicas

Estado del embalse gallego de Eiras, que abastece a la ciudad de Vigo EFE

R.A.

La situación de sequía que afecta desde hace meses a Galicia se agrava haciendo que las restricciones de agua comiencen a ser una realidad . El viernes era el Ayuntamiento de Pontevedra quien celebraba una reunión para aprobar una serie de medidas que incidiesen en la racionalización del consumo de agua y ayer era el consistorio de La Coruña quien daba a conocer que el riego de parques y jardines y la limpieza de las calles se reducía «al mínimo imprescindible» desde el fin de semana, ante el riesgo de sequía.

La concejala de Medio Ambiente, María García, explicó que las medidas que se mantienen en La Coruña son aquellas que «resultan necesarias para mantener la ciudad en condiciones de limpieza y salubridad» . De este modo, solo se habrá una máquina baldeadora en la zona con mayor concentración hostelera, entre el jueves y el domingo, mientras que en el resto de la ciudad se actuará solo en casos necesarios. Esta acción es compartida con el ayuntamiento pontevedrés, que pone en marcha la misma medida en la limpieza de las calles. Asimismo, los dos ayuntamientos optaron por reducir al mínimo el consumo de agua en lo referente a riegos de jardines y servicios técnicos.

Las zonas verdes de La Coruña solamente recibirán agua para «el arbolado nuevo» ya que la humedad en el ambiente a estas alturas del año hace posible «asumir estas limitaciones». El control de las fuentes de las ciudades también se llevará a cabo, así como otros elementos de estas características. Desde el ayuntamiento de La Coruña apuntaron a que «se está restringiendo para minimizar el gasto innecesario». El portavoz del Gobierno pontevedrés y concejal responsable del Ciclo del agua, Raimundo González, apuntó a que se trata de «una sequía excepcional y estamos en un situación de consumo de agua superior al promedio registrado a estas alturas del año» . Son 31.000 metros cúbicos, lo que es un 25% más de consumo ya que la sequedad de los manantiales obliga a abastecerse del agua de la traída, según los datos facilitados por el portavoz pontevedrés

Aumento del gasto

La sequía también afecta al bolsillo de los consumidores, como el aumento de la factura de la luz o el incremento de los precios en la cesta de la compra . El secretario general de Unión de Consumidores de Galicia, Miguel López, explica que existe un «efecto directo en la cesta de la compra en productos que tienen su origen en la propia alimentación del ganado». López afirma sobre la sequía que «se empieza a pagar muchísimo sus consecuencias en todo tipo de servicios».

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