Cinco lugares para relajarse en Galicia del ajetreo de la ciudad
Horas de relajación y evasión al alcance de todos, en la playa, en un spa o en la montaña. La Comunidad gallega ofrece un sinfín de posibilidades de tener contacto con la naturaleza y olvidarse por unos días del estrés de las urbes
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Termas de Outariz
Orense es la capital termal por excelencia, motivo que la hace merecedora de liderar el ranking de los lugares más apetecibles para relajarse del ajetreo de la ciudad. Rodeada por la Sierra del Faro y el valle del río Avia, la pequeña población gallega de O Carballiño es un buen lugar para desconectar durante las vacaciones. A poco más de tres kilómetros de las reconocidas Termas da Chavasqueira -otra buena opción- se localiza la Estación termal de Outariz, que guarda una gran relación con la cultura balnearia japonesa ; el Onsen. Con capacidad para 180 personas , dispone de 11 termas exteriores y 3 interiores organizadas en 2 circuítos; el Zen (de inspiración japonesa; madera, piedras y aguas calmas) y el Celta (construido en piedra y con aguas más agitadas) con rotenburos y ofuros (termas tradicionales japonesas); jacuzzis; toneles de agua fría, y un gran spa con efectos de corriente, géiser, cascadas, camas, burbujas… que prometen una experiencia inolvidable.
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Un partido de golf
Nadie duda de los momentos de tensión que puede generar un partido de golf, pero hay multitud de técnicas exploradas para relajarse. Y es que el entorno donde se ubican los campos suele invitar a ello. Galicia es una de las Comunidades que puede presumir de una amplia oferta con 21 instalaciones . Los diez campos en la provincia de La Coruña, los seis de Pontevedra, los cuatro de Lugo y el de Orense así lo acreditan. Este deporte se ha convertido además en los últimos años en un importante polo de atracción turística. Muchos de ellos están ubicados en complejos hoteleros con instalaciones balnearias, lo que posibilita conjugar la oferta de turismo de golf con la termal.
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Yoga y meditación
La Escuela Internacional de Yoga con presencia en la capital gallega se ha revelado en los últimos años como uno de los lugares a los que más gente acude con el objetivo de evadirse. Y aunque la columna vertebral es la formación de profesores, funciona plenamente con clases de diarias . En estos años, la escuela ha formado a más de 1.000 instructores y profesores de Yoga . Las clases son en la Zona Campus Norte de Santiago (Pelamios) de una hora y media de duración e incluyen Hatha Yoga y Meditación, Mindfulness y Yoga Nidra, según el día de la semana. Es preciso reservar con antelación.
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Barra, una playa al natural
La playa de Barra en Cangas do Morrazo (Pontevedra) es una de las más vírgenes de Galicia. Cuenta con una extensión de varios kilómetros y está rodeada de una vegetación « abundante y autóct ona ». Uno de sus atractivos es la calidad del agua y la posibilidad de nadar tranquilamente. También permite fondear barcos de recreo y disfrutar de una maravillosas vistas de las ría. Es una zona adecuada para prácticas como la meditación o para perderse en medio de las zonas verdes que actúan de fronteras con el arenal.
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Trevinca, la alta montaña
El macizo de Trevinca , en A Veiga de Valdeorras (Orense), alberga el pico más alto de Galicia (2.127 metros). El conjunto montañoso ofrece numerosas posibilidades para el turismo rural y para disfrutar de prácticas deportivas de alta montaña . Prácticamente se conserva virgen y las instalaciones hoteleras no abundan. A lo largo del macizo hay pequeñas aldeas en las que ya quedan muy pocos habitantes, pero muchas de ellas conservan un encanto especial. Uno de los atractivos más valorados es la posibilidad que ofrece de respirar aire puro y aislarse del mundanal ruido .
