Cinco incendios queman más de 1.000 hectáreas en Pontevedra
Dos de ellos permanecen activos, mientras que uno ha sido estabilizado y dos controlados
Pontevedra lleva dos noches sin dormir. Desde que en la sobremesa del lunes comenzara a arder el Monte Xiabre en Caldas de Reis se han calcinado más de 1.000 hectáreas en esta provincia, de las que 290 pertenecen a este concello y al vecino de Vilagarcía de Arousa, que también se ha visto afectado por las llamas y donde fue necesario evacuar un polígono. Este punto está controladso, igual que el incendio más grave de todos , en el municipio de Cotobade , donde ya se han perdido 365 hectáreas . Sin control está el fuego de Soutomaior , con otras 200 hectáreas que repercuten en la localidad anexa de Redondela. El que sí ha logrado ser controlado en la mañana de este miércoles es el incendio de Mondariz , con 200 hectáreas más, y ha surgido otro más, de 20 hectáreas , contra el que se lucha en la capital pontevedresa .
Este es el único de los cinco focos mencionados donde no ha sido necesarios decretar el «nivel 2», previsto cuando el fuego amenaza núcleos de población. En varios casos las llamas llegaron a las puertas de diferentes viviendas , que hubo que desalojar.
Esta oleada de fuegos —detrás de los que se cree que está, una vez más, la mano de los incendiarios — coincide con jornadas de calor y viento en la Comunidad, que está en riesgo extremo. Aunque también julio fue caluroso y seco, apenas hubo incidencias durante todo el mes.
«Si hay fuego es porque alguien lo enciende. Los incendios se concentran año tras año en una veintena de parroquias»
Ángeles Vázquez
conselleira de Medio Rural de la Xunta
La conselleira de Medio Rural , Ángeles Vázquez, desveló este martes que solo el lunes hubo 58 conatos, que calcinaron en conjunto alrededor de 38 hectáreas . Se trata, según afirmó, de una «incidencia anormal» y recordó que «si hay fuego es porque alguien lo enciende. Siempre se habla de alguien, pero nadie se atreve a nombrarlo. Hay que hacerlo para que ese alguien sea investigado», pidió. Los bosques que este martes eran pasto de las llamas suelen padecer el mismo problema cada temporada estival . Y es que, como apuntó Vázquez, «los incendios se concentran en una veintenta de parroquias año tras año».
Las mismas escenas se repitieron en todas las localidades afectadas, con vecinos tratando de colaborar con los equipos de extinción. Provistos de ramas o mangueras, intentaban refrescar sus hogares y sofocar rescoldos en sus fincas para evitar la propagación. La Unidad Militar de Emergencias tuvo que intervenir en varios casos.
El Soutomaior, el alcalde Agustín Reguera se expresaba muy preocupado al afirmar que la situación le recordaba a 2006, el verano más negro que ha vivido la Comunidad, «con viento cambiante y mucha tensión» . «Lo pasamos mal, pero al final con los medios y la ayuda de mucha gente... Ahora las casas están salvadas y toco madera para que pueda estar controlado», declaraba a Ep a última hora de la tarde.
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