Operación Zamburiña

Una carta anónima enturbia las declaraciones de los dos acusados

El abogado de la familia del policía asesinado pide al autor que dé la cara

Los hermanos Bernardo y Roi D. L., ayer a su llegada a los juzgados acompañados de su abogados (centro) EFE

J. L. JIMÉNEZ

La normalidad parece estar vetada en todo lo que rodea a la investigación de la muerte del policía Celso Blanco en abril de 2016 en la comisaría de la ciudad de Orense, un crimen del que están acusados dos hermanos, Bernardo y Roi D. L., también agentes durante años de este centro. Este miércoles, ambos prestaban declaración delante de la juez que instruye la causa a petición de la acusación particular, y trascendía que la semana pasada la familia del fallecido recibió una carta anónima que los incriminaba como autores del asesinato , alejando todavía más la teoría del suicidio que inicialmente se barajó.

«Sería muy interesante que esta persona diese la cara y, dado que manifiesta tener tantos datos y tantas pruebas específicas sobre lo ocurrido, que se persone ante su Señoría para prestar declaración», expuso antes de entrar en el juzgado el abogado de la familia, Arturo Mosquera. Esta carta, que han aportado a la causa, vertería acusaciones «bastante graves» contra los dos acusados, en la línea de lo que en su día determinó la investigación judicial: que Celso Blanco no se suicidó sino que fue víctima de un plan casi perfecto de estos dos policías.

«Lo primero que se va a hacer es determinar si se puede saber quién es el autor del anónimo, si existe algún tipo de prueba que nos permita llegar a quién fue, y, luego, verificar si alguna de esas informaciones, ya que otras son absolutamente descartables , tienen un cierto viso de validez o son contrastables con otras pruebas», explicó Mosquera a los periodistas.

El abogado consideró probable que la juez instructora ordenará investigar el origen del anónimo, así como de un trozo de papel con trazas de ADN que situaría a los dos hermanos en el lugar del crimen. «Es necesario que se den una serie de explicaciones de por qué aparece ese ADN ahí» , el cual «despistaba mucho la investigación». Además, en esta sesión también se tomó conocimiento de un informe de Análisis de Conducta elaborado por especialistas de la Policía sobre Celso Blanco, en el que se descarta que tuviera tendencias suicidas.

El crimen casi perfecto

Bernardo y Roi D. L. están acusados por la juez Eva Armesto, la titular de Instrucción nº3, de los delitos de robo con fuerza, tenencia ilícita de armas, revelación de secretos, simulación de delito, acusación o denuncia falsa, injurias y calumnias y el homicidio de Celso Blanco.

Según el sumario judicial al que tuvo acceso ABC a comienzos de este año, los hermanos para vengarse de otros compañeros por celos profesionales , maquinaron un robo de pistolas del búnker de la comisaría, enviaron anónimos a Asuntos Internos y los medios de comunicación acusándolos de usar las armas para pagar a confidentes y, para borrar sus huellas, escenificaron el aparente suicidio de otro policía que asumiría las culpas.

Lo que parecía abocado a un caso cerrado por un suicidio que llegó a confirmar el forense dio un giro inesperado cuando la instructora se resistió a creerse esta teoría y pidió la ayuda de la Policía Científica. Los expertos de esta unidad desmontaron la escenografía del crimen y evidenciaron que se trataba de un homicidio. Una cámara de seguridad situó a un hermano en la comisaría aquel día. Ellos lo niegan todo.

Una carta anónima enturbia las declaraciones de los dos acusados

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación