Luis Ojea - Cuaderno de viaje
Carrera lanzada
Con la maquinaria del populismo gripada, el socialismo cada día más dividido y el nacionalismo en fase de hibernación, el PP parece partir con cierta ventaja
La carrera electoral está lanzada y a siete semanas de los comicios solo se visualizan dos alternativas: o un nuevo gobierno de Feijóo o un pentapartito con todas las familias ideológicas de la izquierda juntas. Con la maquinaria del populismo gripada, el socialismo cada día más dividido y el nacionalismo en fase de hibernación, el PP parece partir con cierta ventaja.
La izquierda ha llegado a la línea de salida debilitada por sus constantes líos internos. Un caos que ha envejecido deprisa la moda de las Mareas. Su errática deriva ha evidenciado que son poco más que una carcasa 3.0 para esconder las tradicionales sandeces del radicalismo, una marca cada vez más difusa en la que ni siquiera sus más insignes profetas saben explicar a qué juegan. Los dos procesos de primarias abiertos en paralelo y los órdagos que se cruzan a diario unos y otros demuestran que están más preocupados por su particular juego de tronos que por definir un proyecto político. Lastrados por su cada vez mayor tensión interna, los rupturistas inician la carrera todavía más debilitados que un PSdeG que ha vuelto a las andadas. Los socialistas, tras sobrevivir al 26-J, han regresado a su habitual senda de autodestrucción. La elaboración de las listas ha reabierto viejas heridas y cada facción trabaja ya más pensando en cómo hacerse con las riendas del aparato en el próximo congreso que en el resultado de las autonómicas. Es difícil imaginarse cómo podría resultar con estos mimbres un gobierno de coalición entre Podemos, Izquierda Unida, Anova, el PSOE gallego y el Bloque.
La falta de una alternativa seria es una de las bazas que juegan a favor de un PP que salió reforzado de las últimas generales. Los populares tienen al alcance de la mano una mayoría absoluta que parecía quimérica hace apenas un año. Esa tercera victoria de Feijóo es más factible ahora que a Ciudadanos se le ha caído la careta. La irresponsabilidad e incoherencia demostrada por Rivera y la falta de proyecto para Galicia de su organización facilitará un trasvase hacia el PP en el que puede acabar jugándose el resultado final del partido.
La carrera está lanzada. Se anuncia una campaña muy polarizada entre las dos alternativas de gobierno que hay sobre la mesa, o la continuidad del centro-derecha o un pentapartito populista. El 25 de septiembre Galicia decide.