Entrevista a José Julio Fernández | Director del Centro de Estudios de Seguridad de la USC
«La cárcel es uno de los peores núcleos de captación yihadista»
Ocho procesados por terrorismo islamista cumplen condena en Galicia. En España, a diferencia de otros países, la comunidad islámica coopera con las fuerzas de seguridad
El catedrático José Julio Fernández dirige el Centro de Estudios de Seguridad de la Universidad de Santiago de Compostela (USC). Una posición desde la que aborda el origen de un «problema poliédrico», el del yihadismo, que no le es ajeno a Galicia pese a estar situada en la periferia del conflicto.
—Pese a que el yihadismo en Galicia no es un problema de primer orden, sí hay agentes dedicados plenamente a combatirlo...
—Sí, y por dos aspectos clave. Por una parte, el Daesh tiene una estrategia que consiste en difuminar seguidores por todas las regiones de Europa y por eso no es extraordinario encontrar a seguidores en cualquier punto, también en Galicia. Por otro lado, las fuerzas de seguridad dispersan sus investigaciones por todo el territorio. Por eso llegan aquí también las pesquisas de los servicios de inteligencia. Es obligado para hacer frente a la propia estrategia del Daesh, que evita concentrar a sus seguidores para hacerlos más incontrolables. También hay que tener en cuenta que el uso que hacen de la tecnología digital les permite crear redes a distancia plenamente operativas.
—Los yihadistas usan dos técnicas de captación. Una tecnológica, a través de las redes sociales, y otra física, en las mezquitas y aledaños. En Galicia se ha encontrado incluso folletos para viajar a Siria.
—Así es, pero yo no le daría mucha importancia porque a través de Internet esa información se va a conseguir igual. Lo importante es detectar a los que se han radicalizado y las redes que conspiran a favor del Daesh. Parece que esos folletos los dejó alguien que estaba de paso y que no hay una red establecida aquí.
—En el caso gallego, ¿cómo se realiza el trabajo de campo teniendo en cuenta las dificultades para infiltrase en estas comunidades?
—Infiltrarse en entornos radicales yihadistas es complicado, pero en España tenemos la suerte de que las comunidades islámicas son cooperativas con las fuerzas de seguridad porque no les interesa generar problemas adicionales. Ven los problemas de discriminación que hay en países como Francia y no los quieren para ellos. Por eso la información puede llegar más bien a través de informantes internos.
—Tras las detenciones de esta semana, muchas comunidades islámicas han levantado la voz para desvincularse de los radicales.
—A nivel europeo las comunidades islámicas han sido tibias a la hora de defender los valores democráticos, pero en España no. Aquí siempre han sido más expresivas al denunciar el terrorismo. No tienen tanta presión interna y la integración es mayor.
—Un caldo de cultivo preocupante es el de los presos yihadistas. En el caso gallego hay 8 encarcelados.
—Sí. Los yihadistas buscan integrar a quien está descolgado de la sociedad occidental. Lo hacen en las mezquitas de garaje, en los locutorios y en las cárceles, que son uno de los lugares más peligrosos para captar adeptos en España. Ahora mismo además, están compensando sus derrotas militares con propaganda exterior para seguir dando una imagen de victoria a través de la que difundir su mensaje y reclutar.
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