Luis Ojea - CUADERNO DE VIAJE

De campaña

Hay mucho hooligan, sí. Pero también mucho ciudadano hastiado de tanto teatrillo

LUIS OJEA

En un país donde casi nadie conoce a los diputados elegidos en su circunscripción, y menos su labor en el Congreso, y donde seguramente tampoco sean demasiados los que recuerden siquiera quién era el número dos de la lista a la que apoyó la última vez, no puede sorprender demasiado que el CIS haya detectado que para uno de cada tres ciudadanos la campaña electoral de diciembre resultó decisiva para configurar su voto el 20-D y que ahora, a dos semanas de los nuevos comicios, un porcentaje similar se muestre indeciso. Hay mucho hooligan, sí. Pero también mucho ciudadano hastiado de tanto teatrillo que no está dispuesto a perder su tiempo leyendo y comparando programas electorales. Por eso resulta tan trascendente en sistemas políticos como el nuestro lo que suceda estos próximos quince días. Lo dramático es que algunos partidos en Galicia pretendan convertir la campaña en un mero sumatorio de chascarrillos y frases ingeniosas, anécdotas triviales y vídeos ridículos que provocan vergüenza ajena.

¿No empiezan a tener sobredosis de populismo? Pues apenas han pasado unas horas desde que comenzó oficialmente la campaña. Tómenlo con calma. En Marea está dispuesta a suministrar todo tipo de mensajes narcotizantes a su clientela para que se olviden de las peleas de barro que han venido protagonizando en los últimos meses y que han acabado con la coalición gallega fuera del cartel nacional de Unidos Podemos. Estos días toca aplazar la guerra interna . Aunque hay formaciones como el PSdeG que nunca decepcionan. Donde hay un charco ellos se meten felices. Si tienen oportunidad repetirán esperpentos como el de esta semana votando a favor del establecimiento de un cupo gallego y dejando en ridículo el recién estrenado liderazgo de Fernández Leiceaga. Puro espectáculo. A la altura de los vídeos de Callón. La sociedad está ansiosa por ver qué se le ocurre esta vez al candidato nacionalista. En diciembre dejó el listón muy alto al grabarse hablando con una cabeza de cerdo . Eso es innovar. Aunque no tanto como lo hizo Ciudadanos al esconder a sus candidatos. Ahora que Rivera ya impuso su lista al margen de la opinión de las bases es de esperar que tengan menos pudor y les dejen hablar.

En ausencia de un debate sereno sobre las alternativas políticas que tiene el país, toca preparase para una campaña de disfraces. La función ha comenzado. Paciencia .

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