Calviño niega una brecha en el Gobierno por el Sahara y espera reconducir la situación con Argelia «cuanto antes»
Evita pronunciarse sobre el impacto en la economía del último revés en política exterior y confía en que Argel «dé marcha atrás»
La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, ha lanzado desde Santiago de Compostela dos mensajes acerca de la crisis abierta con Argelia: no hay brecha con los socios morados de coalición en un Ejecutivo donde están «abiertos y dispuestos a poner todo de nuestra parte para que, cuanto antes, se reconduzca la relación» con Argel.
Calviño, preguntada de forma reiterada al respecto en rueda de prensa en el Pazo de Raxoi, donde ha comparecido junto al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, tras celebrar un almuerzo de trabajo, ha asegurado que la «postura» del Gobierno en materia de política exterior «es única y es muy clara».
A partir de ahí, ha sorteado las preguntas más espinosas, como si Exteriores ha errado en su estrategia hacia Marruecos o si teme un serio golpe para la economía española. Calviño se ha ceñido a lamentar el anuncio de Argelia de suspender el tratado de amistad con España y congelar las relaciones comerciales, e insistir en que «se reconduzca la situación lo antes posible». Tras subrayar que lo que está en juego son las relaciones comerciales de Europa con un tercer país, ha dicho esperar que Argelia «dé marcha atrás y se cambie esa apreciación».
La vicepresidenta económica ha añadido que el Gobierno quiere «tener una relación excelente, al igual que con todos nuestros vecinos, pero muy particularmente con Marruecos y Argelia»; o lo que es lo mismo, con la «frontera sur». En el momento actual, ha incidido, «tenemos que centrarnos en reconducir la situación», con la esperanza de que Argelia recule. Pero no ha querido valorar, hasta en dos ocasiones, el posible menoscabo para las cuentas del país del último revés en política exterior.
