La calidad de la dieta de los jóvenes retrocede cinco puntos en siete años

Disminuye la ingesta de pescado y aumenta la frecuencia de platos precocinados

Varios jóvenes comiendo en la terraza de una foodtruck ABC

ROCIO LIZCANO

La adolescencia es una etapa clave para la incorporación de hábitos de salud que acompañarán a los jóvenes en su vida adulta. Con el fin de monitorizar la evolución de diferentes conductas, tanto de riesgo como protectoras, la Dirección Xeral de Saúde Pública implantó en 2007 un programa de encuestas periódicas encaminado a supervisar condiciones de alimentación, tabaquismo y consumo de alcohol entre el alumnado de 4º curso de ESO . Con la perspectiva que ofrecen siete años de recorrido, y completado el procesamiento de los datos obtenidos en la segunda oleada de cuestionarios –realizada en 119 centros educativos de la Comunidad en el mes de noviembre de 2014–, el departamento autonómico aprecia un deterioro en la calidad de la dieta de la población estudiada, con un retroceso de cinco puntos en el volumen de alumnos con un alimentación considerada óptima.

El 38,9% de los jóvenes encuestados en 2007 podía encuadrarse en una dieta de alta calidad, un porcentaje que en 2014 se había rebajado al 34,4%. Según el informe publicado en el último número del «Boletín Epidemiolóxico de Galicia», en el periodo estudiado se redujo de forma notable el consumo de pescado entre los jóvenes de 4º de ESO (la proporción de alumnos que ingerían este tipo de alimento al menos 2-3 veces por semana pasó de un 73 a un 57%), al tiempo que se incrementó la presencia de comidas preparadas (al menos una vez por semana para el 62% de los encuestados, seis puntos más que siete años atrás). En paralelo, crece el consumo de legumbres (el 75% de los alumnos las incluyen en sus menús al menos una vez a la semana, cinco puntos más que en 2007) y baja del 33 al 25% la proporción de estudiantes que afirman tomar dulces y golosinas a diario.

Alimentación y formación

Sí se mantienen sin cambios algunas pautas observadas en el estudio de 2007, que apuntan a una mayor calidad de dieta entre alumnos de hogares en los que al menos uno de los padres cuenta con formación superior , con diferencias, indica Saúde Pública, que superan los diez puntos porcentuales con respecto a los otros chicos. Así, expone la Dirección Xeral, «en el año 2007 en las familias en las que por lo menos uno de los padres tenía estudios universitarios el 48,9% de los estudiantes presentaba una dieta óptima frente al 35,7 por ciento de los que no tenían ningún padre con estudios superiores».

La segunda oleada de encuestas confirma también otra de las relaciones observadas en las encuestas de 2004: la que vincula el desayuno con el rendimiento académico reflejado en las calificaciones . Aproximadamente el 80% de los alumnos de 4º de ESO desayunan siempre antes de acudir a su centro educativo, un porcentaje que en los dos años estudiados varía en función del sexo, la edad y el rendimiento académico. Así, expone la Dirección Xeral de Saúde Pública, «tanto en 2007 como en 2014, almorzaban a diario aproximadamente el 85% de los chicos frente al 70% de las chicas, y la prevalencia disminuye al aumentar la edad: entre los que tienen 15 años desayunan más del 80% y entre los que tienen más de 15, el 70%». En cuanto al rendimiento académico, el porcentaje de alumnos que desayunan antes de ir al instituto supera el 80% en el grupo de mejores calificaciones, y se queda en el 70% entre los estudiantes con peor rendimiento.

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